Tienen un proyecto con 230 cerdas, parte de ellas paridas. No tienen capital de trabajo y les falta dinero para un molino para preparar la comida de los cerdos e instalar un biodigestor
Mujeres emprendedoras de Villa Altagracia, que tienen una granja de cerdos con una inversión de más de RD$55 millones y que están operando con precariedad, piden el auxilio del presidente Luis Abinader para mantener su proyecto a flote, ya que de él dependen decenas de familias de la zona rural.
La presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras Criadoras de Cerdos, Vilgilia Benítez, una mujer sencilla, con carácter de responsabilidad, dice con pesar que el grupo tiene cerca de 2 años luchando a brazos partidos, por falta capital trabajo.
Tuvieron que invertir el préstamo de los RD$55 millones otorgado por el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) y el Banco Agrícola en la construcción de las naves de los cerdos, del laboratorio, de las oficinas y otras instalaciones del proyecto, explicó Benítez. Recuerda que con la última partida de 10 millones de pesos que le entregaron del préstamo compraron las primeras cerdas madres que ya son 230, que para mantenerlas junto a sus crías han tenido que hacer malabares.
Precisa que el proyecto necesita con urgencia capital de trabajo para sus operaciones, construir un molino para la preparación del alimento de los cerdos y la instalación de un biodigestor para producir gas, abono y otros, con los desechos de los puercos.
La señora Benítez, con muestra de preocupación, explica que le gustaría que el FEDA o el Banco Agrícola les otorguen un préstamo a una tasa asequible para que su proyecto pueda seguir siendo la esperanza de las mujeres emprendedoras de su asociación y los jóvenes de su comunidad.
La Asociación de Mujeres Emprendedoras Criadoras de Cerdos tiene 180 socios, pero desde el principio tuvieron que integrar un equipo de hombres, porque hay algunas labores que ellas no pueden hacer en la granja, según explica Benítez. Además decidieron integrar a la granja a los jóvenes de ambos sexos de la comunidad, con la finalidad de que en el futuro sean sus sucesores.
También están gestionando becas en varias universidades, entre la UASD, para que esos jóvenes estudien veterinaria, preparación de alimentos y otras carreras que sean útiles para el proyecto, que es de la comunidad. La presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras está en la granja 24/7 debido a que no puede dejar caer el proyecto y la atención de los cerdos demanda de cuidado y mucho tiempo.
Quiénes trabajan
Nuestra granja de cerdos tiene ocho empleados fijos para los trabajos de limpieza general y la colocación de los animales de acuerdo a la edad, cuenta la jefa del proyecto. El encargado de la granja es Julio Frías, quien tiene la responsabilidad del mantenimiento de la disciplina para que se cumpla el protocolo de inocuidad establecido a ese recinto.
Además, se han establecido tres grupos de socios (hombres y mujeres) para completar los trabajos de limpieza en los diferentes galpones de la granja.
La encargada de partos en la granja es Anavel Díaz Benítez, quien ha hecho varios cursos con entrenamientos de veterinarios para ayudar a parir a algunas cerdas cuando presentan problemas. Sergio Suero, un joven dinámico y con muestra de preocupación porque las cosas siempre salgan bien, es el contable de la granja. Observamos su interés por las inversiones correctas para que el proyecto siga cosechando frutos vigorosos.
Clesencia Toledo es otra de las asistentes y colaboradoras de la presidenta de la asociación, mujer que echa día y noche en la granja observando el cumplimiento de las protocolares de higiene en el recinto.
Explica que del cumplimiento de esos protocolos depende de que su granja siga libre de la Peste Porcina Africana (PPA), que con mucho esfuerzo y disciplina han mantenido, a pesar de que esa enfermedad estuvo presente en esa zona. La señora Benítez precisó que a las pocas personas que se les permite entrar a las instalaciones de la granja de cerdos, tiene que cumplir el protocolo establecido por las autoridades para mantenerla sana.
Hay restricción de visitas para mantener la bioseguridad en la granja. El administrador del Bagrícola, Fernando Durán, le ha dado un gran apoyo para mantener la PPA alejada del proyecto. El BA le abrió una línea de crédito y el proyecto inició sus operaciones y bajo esfuerzo tiene dos años operando.
El proyecto cuenta con 8 naves, un laboratorio, un almacén , verraqueras, área de oficinas, un almacén, en donde funciona una ligadora de alimentos para los cerdos.
Se trata de un proyecto modelo, con inseminación artificial y las dueñas del proyecto trabajan con todo el cuidado del mundo, ya que han asimilado al pie de la letra los protocolos de bioseguridad para mantener su granja libre de la infectación de la PPA, que ha diezmado a muchos proyecto de cerdo en el país.
El proyecto necesita
Un molino con sus tres silos y tres gusanos para la preparación de los alimentos de los cerdos. Con eso se ahorrarían una buena cantidad de dinero y tendrían comida de mayor calidad para sus animales. Ya poseen un pequeño molino para mezclar los ingredientes de los alimentos de los cerdos. Han calculado que para adquirir ese molino necesitarían unos RD$3.0 millones.
Además, el proyecto tiene una tina para almacenar los desechos de los cerdos, pero no han podido instalar el biodigestor por falta de dinero. Han tocado varias puertas, pero sin resultados positivos, afirma la presidenta Vilgilia Benítez, que espera que alguna agencia de cooperación le ayuden a terminar eso.
Explica que tanto el molino, como el biodigestor, son dos seguras fuentes de ingresos para la asociación de mujeres emprendedoras que quieren seguir progresando con su proyecto que les ha costado mucho esfuerzo. Esperan que el presidente Abinader, un hombre sensible con el campo, las ayude a mantener su proyecto funcionando para beneficio de la comunidad rural.