Colombes (Francia).- Muy pocos estadios presumen de haber acogido pruebas de unos Juegos Olímpicos modernos dos veces y con un siglo de intervalo. El Yves-du-Manoir, sede de la ceremonia de inauguración de los JJOO de 1924, entra en ese selecto club.
Además de la inauguración de aquellos Juegos, el estadio que toma el nombre de un legendario jugador de rugby, recibió hace 100 años el atletismo, el fútbol, el rugby y la esgrima.
Un siglo más tarde, en 2024, el deporte olímpico regresa con el hockey sobre hierba femenino y masculino.
Inaugurado este martes, pocos presagiaban el renacimiento del Yves-du-Manoir. El recinto, con 140 años a sus espaldas, pasó de ser mundialmente conocido durante la primera mitad del siglo XX a una inexorable decadencia en la segunda parte.
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En su época dorada el Yves-du-Manoir vio a Uruguay ganar su primer oro olímpico en fútbol (1924); presenció la increíble historia de los “sprinters” británicos que inspiró el filme “Carros de Fuego” (1981); acogió un centro de detención para alemanes en los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial; y hasta escuchó un concierto de Bob Dylan.
Y eso sin olvidar que leyendas del balompié mundial como Johan Cruyff, Eusébio, Pelé o Yashin pisaron el verde de este estadio que fue además sede de la final del Mundial de fútbol de 1938, ganado por la Italia fascista de Benito Mussolinni. Su máxima capacidad en aquella época rondaba los 60.000 espectadores, frente a los 15.000 que tiene en 2024.
Creado como un hipódromo en 1883 y progresivamente adaptado al rugby y al fútbol, “se convirtió de una manera sorprendente y un poco rocambolesca en un estadio nacional situado en Colombes, a 9 kilómetros del noroeste de París”, contó a EFE el historiador Michäel Délépine.
Este profesor que realizó su tesis doctoral sobre el Yves-du-Manoir por amor al Racing Club de France -club de rugby histórico del recinto- recordó que fue el “estadio nacional de Francia” que acogía a las selecciones de fútbol y rugby hasta 1972, cuando se inauguró el Parque de los Príncipes (actualmente es el Estadio de Francia de Saint-Denis el que tiene esa etiqueta).
Acogió durante años a las selecciones pese a que la idea inicial es que jugaran dentro de la capital y no en una localidad gobernada por los comunistas durante varias legislaturas del siglo XX.
Tras los JJOO de 1924 y la final mundialista de 1938, el estadio se transformó durante los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial en un centro de detención de miles de ciudadanos alemanes y austríacos residentes en Francia a los que se les investigaba para saber si tenían relación con la Alemania de Hitler, antes de que esta invadiera Francia.
“Según las pocas fuentes que tenemos de la época podemos decir que no era un lugar de tortura como el estadio Nacional de Santiago de Chile”, aclaró Délépine.
Estadio fetiche de los uruguayos El estadio que recibió la ceremonia de inauguración de 1924, entonces con 44 delegaciones y 3.088 atletas -lejos de los 206 países y 10.500 deportistas esperados en las orillas del Sena en la apertura del próximo 26 de julio-, es un emblema para los hinchas uruguayos.
Su selección ganó el 9 de junio de 1924 la final del Mundial ante Suiza (3-0), con jugadores míticos como José Leandro Andrade, apodado como “la maravilla negra”.
“Hay incluso una tribuna en el estadio Nacional de Uruguay bautizada Colombes en homenaje a la victoria de 1924”, expuso Délépine.
Otro de los episodios dorados del Yves-du-Manoir de hace un siglo fue la historia real de los velocistas británicos Eric Liddell y Harold Abrahams, inmortalizada por la oscarizada “Carros de Fuego” (1981), que está asociada a su icónica banda sonora firmada por Vangelis.
El historiador situó el 5 de marzo de 1969 como otra fecha inolvidable para el vetusto Yves-du-Manoir. Aquella tarde se marcó el récord de asistencia del recinto, 63.638 espectadores, para el partido de desempate de los cuartos de final de la Copa de Europa entre el Ajax de Johan Cruyff y el Benfica de Eusébio (3-0).
A la puesta de largo del mítico estadio este martes acudieron varias autoridades locales y gubernamentales.
El presidente del Comité de Organización de París 2024, Tony Estanguet, aseveró ante la prensa que la reforma del recinto, que cuenta además con tres campos de rugby, cuatro de fútbol y una pista de atletismo, supone “una inmensa satisfacción”.
“Los Juegos se acercan a grandes pasos y tenemos que afrontar esta recta final con confianza”, afirmó Estanguet, cuando restan cuatro meses para el inicio del evento el 26 de julio.