Los agentes inmobiliarios carecen de un marco regulatorio para el desarrollo de sus operaciones, lo cual contradice el peso específico que tienen en la economía la construcción y la compra y venta de inmuebles, afirmó Alberto Bogaert, presidente de la Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias (AEI).
En ese sentido, lamentó que en el Congreso Nacional hayan permitido varias iniciativas legislativas con las que se buscaba regular a un sector cuyos actores deben tener un fuerte compromiso ético.
Al hacer los planteamientos Bogaert expresó que la importancia de una regulación establecida por ley es que fortalece la seguridad jurídica, en un sector que mueve miles de millones de pesos.
“Desde la creación de la asociación, en 1989, la regulación ha sido la meta a lograr. Para formalizar el sector se necesita una de dos, un decreto presidencial formalizando el sector inmobiliario, o a través del una ley del Congreso», agregó.
Además, dijo que “en la actualidad hay un anteproyecto de ley sometido, está en fase de estudio, y se llama Ley de Formalización del Corretaje Inmobiliario y Contratos, que tiene seis meses depositado. Ya fuimos al Congreso, hicimos las observaciones correspondientes, pero eso ha sido lo más lejos que se ha llegado”.
El experto inmobiliario expresó que otras iniciativas legislativas han perdido el interés de los congresistas, por lo que se han quedado perdidas en el camino.
“Ahora mismo hay mucho interés en el proyecto, porque las cosas han cambiado, y los intereses que había hace diez años no son los de ahora”, indicó, según el Hoy.
Bogaert señaló que la entidad que preside se maneja con un código de ética, procurando salvaguardar las inversiones de quienes ponen en sus manos el proceso de adquisición y venta de inmuebles de tipo residencial y comercial.
“Aquí procuramos la capacitación, la honestidad y la ética, tenemos un código de ética y trabajamos apegados a él, y básicamente somos una garantía para los clientes que nos solicitan los servicios y para las personas que quieren ingresar al sector como agentes”, enfatizó.
Manifestó que la falta de regulación lleva a que ciertos inversionistas extranjeros no se sientan seguros de materializar adquisiciones inmobiliarias en el país, y la referida debilidad debe ser subsanada.
“Hay muchos inversionistas de otros países que, como no ven una seguridad en ese sentido, probablemente dudan, pero si hay garantías de una formalización de la parte comercial del sector construcción serían otras las opiniones”, reiteró.