Wellington (EFE).- “Incluso si es un muro alto, no importa qué tipo de oponente, ¡ve a robar el gol, Japón!». Con un ritmo pegadizo, el dúo japonés Ukasuka-G ha acaparado las atenciones en el Mundial femenino de fútbol al sonar en nada más y nada menos que impresionantes once ocasiones en los estadios.
Marcar un gol en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda supone una fiesta doble. Tal y como sucedió en Qatar 2022, cada una de las 32 selecciones participantes celebran sus goles bajo la melodía de la canción que su Federación haya escogido para este momento.
A pesar de que pocos pueden entender su letra, “Shouri No Emi Wo Kimi”, una popular balada japonesa que plasma el orgullo y determinación nipona, se ha hecho viral en los estadios de Nueva Zelanda al resonar en cada tanto anotado por el combinado.
Cuatro veces ha sonado el sencillo la víspera, cuando Japón goleó a España por 4-0. Contagiada por el espectáculo brindado en el césped, la multitud que acompañaba el partido no tardó en rendirse a un festival también musical. Cada vez que las japonesas sacudían las redes miles de hinchas entonaban de forma unísona el coro- “Uóuóuóóu».
Alguno u otro incluso arriesgaba algunas palabras de los versos, ya que esta inicialmente extraña canción se convirtió en la nueva sensación de Nueva Zelanda gracias a los goles de Japón, máxima goleadora de este Mundial hasta el momento.
Fueron once los tantos anotados en los tres partidos de la fase de grupos- 5 frente a Zambia, 2 ante Costa Rica y 4 contra España.
Precisamente España, con la “Gran Noche” de Raphael -herencia para esta cita mundialista después de que se convirtiera en todo un éxito en el Mundial de Qatar 2022- y el “Está por venir” de Farga, ocupa la segunda posición de los himnos más sonados, al acumular siete goles en la ronda de grupos.
Taylor Swift y su “Ready for it”, de 2017, nunca estuvo tan actual y ha sido la canción elegida por las estadounidenses, tetracampeonas y que persiguen el quinto título global al ritmo de la princesa del pop. La composición con aires de chica mala de Swift ha marcado el ritmo de la fiesta en, hasta ahora, cuatro ocasiones.
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El clásico electrónico “Kernkraft 400” del proyecto alemán Zombie Nation, que fusiona techno y electro, transformó los estadios en un verdadero baile rave un total de siete veces, seis de ellas en la goleada de Alemania conseguida ante Marruecos. Ya las coanfitrionas neozelandesas fueron las responsables de inaugurar la playlist de esta Copa del Mundo 2023.
Al ritmo de los acordes de “Freed from desire”, el noventero sencillo de la cantante Gala, la delantera Hannah Wilkinson celebró el histórico gol contra Noruega que dio a Nueva Zelanda su primera victoria en un Mundial.
Además del equipo anfitrión, Francia y Suiza también han elegido esta canción para la celebración de sus goles, por lo que “Freed from desire” ya se ha hecho viral y, su estimulante compás, conocido entre los aficionados.
También con siete anotaciones hasta ahora, Suecia presentó al mundo la cantante Miss Li, intérprete de “Våran sång”, mientras que Noruega sigue la fiesta de cerca, con su rap motivacional “Vi Vinner” de Ugbad Musti.
La también coanfitriona Australia igualmente puso a los hinchas a bailar con su sencillo “Losing It”, de FISHER, tras anotar cuatro goles la víspera y sellar la despedida de la selección de Canadá.
En esta ecléctica banda sonora que calienta los estadios pese al frío que castiga a los aficionados, igualmente hay cupo para los ritmos latinos, representados por el funk brasileño, la cumbia argentina y el vallenato colombiano.
Cinco fueron las veces que Brasil garantizó los festejos con su “Pagodao do Birimbola” (Machadez, Mousik, and Os Quebradeiras), al paso que la selección cafetera comandó la fiesta en cuatro ocasiones.
Argentina, a pesar de que aún no ha conseguido una victoria en un Mundial, sí pudo celebrar el empate con dos goles ante Sudáfrica bajo los acordes del grupo Yerba Brava y su “Cumbia De Los Trapos».
Con más de la mitad del Mundial todavía por venir y un campeonato más parejo que nunca, no restan dudas de que el espectáculo de goles en el campo seguirá conduciendo la diversión también a través de los megáfonos de los estadios.