El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro puede quedarse en Florida (EE.UU) “el tiempo que quiera”, mientras no sea acusado formalmente de un delito, dijo a EFE el senador por este estado Rick Scott, en medio de presiones al Gobierno de Joe Biden para que expulse al líder brasileño.
Bolsonaro, quien se encuentra en territorio estadounidense desde finales de diciembre, está siendo investigado por la Justicia de su país por la intentona golpista que cometieron sus simpatizantes más radicales el pasado mes de enero en Brasilia.
“Todo el mundo quiere venir a Florida, somos un gran sitio para vivir (…) Se trata de un expresidente y si hay algo de lo que se le acusa, está bien, pero si no, tiene que poder visitar y quedarse el tiempo que quiera”, señaló el senador republicano a EFE.
El expresidente brasileño ya ha pedido un cambio de estatus y busca obtener un visado de turista que le permita quedarse por seis meses más en EE.UU., según informaron medios estadounidenses el lunes pasado.
Scott, quien fue gobernador de Florida hasta 2019, antes de asumir su cargo actual en el Senado, dijo no en cualquier caso a EFE que si EE.UU. llegara a recibir una orden de extradición para Bolsonaro, se debe cumplir.
“Creo que EE.UU. acatará lo que sea”, agregó el político republicano.
Legisladores demócratas han pedido al Gobierno de Biden que se expulse a Bolsonaro de EE.UU., al que acusan de orquestar “ataques a la democracia” en Brasil y dibujaron paralelos entre lo sucedido en el país suramericano y el asalto al Capitolio que tuvo lugar el 6 de enero de 2021.
En una carta dirigida a Biden, 46 miembros de la Cámara de Representantes pidieron este jueves a su Gobierno que se investiguen las acciones que Bolsonaro haya podido adoptar en suelo estadounidense “para ayudar la insurrección” en Brasil y que se le revoque cualquier permiso que tenga para estar en EE.UU.
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LA CASA BLANCA “APACIGUA” A GOBIERNOS DE CUBA Y VENEZUELA
Para el senador Scott, quien ha sido crítico de la política del actual Gobierno hacia Latinoamérica, los acercamientos del Gobierno Biden hacia Venezuela y Cuba son un apaciguamiento.
“El plan de Biden es el apaciguamiento de los regímenes. No tiene un plan y no le importa”, aseguró a EFE.
La Casa Blanca ha tomado pasos tímidos para acercarse a Cuba y Venezuela, después de los cuatro años de políticas agresivas de sanciones y presión diplomática del expresidente Donald Trump (2017-2021).
El Gobierno Biden reanudó los servicios consulares y trámites de visas en la Embajada de La Habana y funcionarios de EE.UU. se han reunido al menos tres veces con miembros del Gobierno cubano desde que Biden asumió el poder en 2021.
Con respecto a Venezuela, la Casa Blanca ha dado pequeñas concesiones al Gobierno de Venezuela en tema de sanciones, como dar una licencia para permitir a la petrolera Chevron exportar crudo venezolano o la excarcelación de los sobrinos de Maduro en un intercambio por cuatro ciudadanos estadounidenses.
Para Scott, que apoyó las estrategias de aislamiento de estos países del Gobierno Trump, estas acciones demuestran que a Biden “no le importa la lucha por la libertad o la democracia” en esos países.