Temprano alcanzó la grandeza. Un verdadero prodigio. Roosevelt Comarazamy fue sinónimo de excelencia en la crónica deportiva. Un ser extraordinario que este lunes, 74 años después de haber llegado a la Tierra, se esfumó, dejando tras sí un gran legado a las actuales y futuras generaciones de comunicadores.
Un fatídico cáncer, con el cual sostuvo una enconada lucha durante varios años, terminó arrebatándole la vida. Había nacido el 26 de abril de 1948 en San Pedro de Macorís.
Miembro de una ilustre familia de periodistas (su padre don Francisco Comarazamy fue director del Listín Diario, y su tío Eduardo fue un brillante exponente de la profesión), Roosevelt dio sus primeros pasos en la crónica deportiva de la mano del legendario Buck Canel.
Fue en 1969, cuando el laureado periodista y narrador Canel, le contrató como su ayudante para escribir para la Agencia France Press las crónicas de los juegos de la Serie Mundial de Béisbol Aficionado que se jugó en Santo Domingo.
De la mano de Félix Acosta Núñez (El As) dio sus primeros pasos en el Listín Diario, traduciéndole artículos de The Sporting News. Desde ahí despegó una carrera que no conocería pausa, alcanzando la gloria como inmortal del deporte dominicano, en calidad de propulsor en el 2019.
Quizás su pasión por los deportes le ayudó a convertirse en el más completo cronista deportivo dominicano. Practicó el baloncesto, llegando a ser miembro de la selección superior nacional, con la cual representó al país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Juan Puerto Rico, en 1966.
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Extraordinario como narrador y dueño de un vasto vocabulario que usaba alcanzando grado de excelencia al plasmar sus ideas en sus artículos.
Su excelencia le llevó a codearse y conocer a legendarias figuras del deporte: “Compartí vivencias al lado de luminarias como Willie Mays, Hank Aaron y Juan Marichal en el béisbol, Juan Manuel Fangio, Ayrton Senna, Niki Lauda, Alain Prost y Michael Schumacher en la Fórmula Uno, Valentino Rossi, Loris Capirossi y Max Biaggi en el motociclismo de la alta cilindrada, y con ases del tenis de la categoría de Guillermo Vilas y Manolo Santana”, diría, dando gracias al Grupo León Jimenes, en ocasión de su exaltación al Pabellón de la Fama.
Formación
Roosevelt se graduó con honores en 1970 como Doctor en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, profesión que ejerció hasta el 1980. El explicaría más tarde cómo, seducido por la fascinación de narrar el béisbol, decidió abandonar la toga y el birrete, aún cuando su padre estaba en desacuerdo.
Se unió a quien sería su eterno amigo Tomás Troncoso y al siempre bien recordado Fernando Arturo González Tirado a principios de los años 80, para fundar el programa radial “Grandes Ligas en Acción”.
En 1983 formó parte de lo que se llamó “El Mundo Deportivo Marlboro”, en el que compartía con Tomás Troncoso, Eliseo Alba y Guelo Tueny, especializados en la transmisión de grandes eventos deportivos internacionales de Atletismo, golf, Fórmula Uno, motovelocidad, las Grandes Ligas, tenis, el Kentucky Derby, Preakness y Belmont y la Triple Corona del hipismo de los Estados Unidos, entre otros.
Al béisbol llegó a través de Félix Mario Aguiar, quien le introdujo en los Leones del Escogido. Nandy Rivas le llevaría luego a las transmisiones televisivas de los Tigres del Licey, donde permaneció durante poco más de dos décadas.
Gracias a su compadre Arturo Gil, también agotó una estadía de unos 18 años en las narraciones de los Toros del Este.
Era oficial de prensa de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), siendo el único periodista dominicano en supervisar los departamentos de prensa de Campeonatos Mundiales, al igual que en los Juegos Olímpicos en Londres y Río de Janeiro.
Fue catedrático en la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central del Este (UCE), en San Pedro de Macorís.
Corresponsal de The Sporting News (1972). También, de Baseball América (1990). Director de relaciones públicas de los Tigres del Licey (1979) y presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, en 1998. Director de prensa de la Secretaría de Deportes (hoy Ministerio) y de NORCECA, entre muchos otros cargos a lo largo de su carrera.
En El Nacional
Fue durante más de cuatro décadas redactor y traductor del periódico El Nacional.
Dirigió la sección de deportes de la revista Ahora de El Nacional y el desaparecido Suplemento Deportivo dominical de este diario.
Nuevas generaciones
Siempre hacía hincapié en la necesidad de estudiar, aprovechando cada escenario para aconsejar en ese sentido a los jóvenes:
“A las generaciones de periodistas presentes y a las del porvenir, les exhorto a no dejarse arropar por los avances tecnológicos que llegan a pasos acelerados, mediante el estudio permanente bajo la consigna de que lo más importante es lo que uno aprende después que cree que sabe”, dijo en su discurso de exaltación al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.