Las Estrellas han igualado la serie final 3-3 contra los Tigres del Licey y este sábado se jugará el séptimo y decisivo encuentro en el Tetelo Vargas de San Pedro de Macorís por el título del torneo de béisbol otoño-invernal dominicano.
“Solo debemos salir a jugar y divertirnos como lo hicimos hoy”, expresó Robinson Canó, capitán de las Estrellas, sobre la mentalidad que deben tener como equipo para salir a batallar en el último partido de la final.
Pese a la presión que se ventila en un partido decisivo, el experimentado intermedista lució muy confiado y relajado, al manifestar que “no tenemos ninguna clave en específico, esto es un juego y hay que divertirse”.
El nativo de San Pedro de Macorís aseguró que los orientales nunca se han sentido presionados durante la final y mucho menos cuando Licey tomó la ventaja de la serie (3-2).
“Nunca hemos tenido presión. Las cosas salieron a favor de ellos en los tres partidos anteriores y hoy nos tocó a nosotros”, refirió Canó.
Durante el juego seis de la serie de fondo, Robinson puso de manifiesto su gran habilidad con el madero al batear de 4-3, en los que incluyó dos dobles, una carrera remolcada y una anotada.
“No puedo decir que me sentí cómodo en el plato esta noche porque tuve que enfrentar a César Valdez, uno de los mejores lanzadores de la liga, así como al relevo del Licey, que ha sido uno de los mejores en esta postemporada”, señaló el ex jugador de Grandes Ligas, quien está bateando para promedio de .480 (25-12) en la final, con una media de embasarse de .519 y slugging de .680.
El buen rendimiento a la ofensiva como a la defensa, Canó lo atribuyó a una dura preparación de dos meses que tuvo previo al inicio de la temporada.
“Esto se trata de un trabajo constante. Me fui a Miami a prepararme por espacio de dos meses y he asumido una rigurosa disciplina para mantenerme saludable”, explicó el líder de la cueva verde.
Canó está accionando en su cuarta final de la pelota dominicana y busca ganar con las Estrellas su primer campeonato.