En República Dominicana continúa el debate desde hace varios días sobre la eventual reforma fiscal que se debe ejecutarse «para eliminar la pobreza absoluta», como adelantó el presidente Luis Abinader el pasado lunes al referirse al tema.
Y aunque algunos expertos en la materia han manifestado cuáles serían los impactos negativos a la economía de los ciudadanos, otros detallaron algunos posibles beneficios que traería lo que propondría el Gobierno (ya que no existe una propuesta oficial).
El periódico Hoy consultó a varios economistas para saber las bondades de hacer una reforma fiscal, y sus recomendaciones como duchos en el área, y esto fue lo que expresaron:
Rafael Espinal, coordinador de las carreras de Economía e Ingeniería Financiera del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec)
Una reforma fiscal debería disminuir la tasa del ITBIS del 18 al 16 %, a cambio de que se establezca una tasa a algunos sectores que hoy no pagan, como son los centros educativos de más de 300 mil pesos anuales, los eventos deportivos o artísticos, centros de diversión o actividades no esenciales.
Una reforma moderna debe aumentar la exención del IR (impuesto sobre la renta) a hasta 700 mil peso a cambio de subir a un 35 % el impuesto a la renta personal de los que ganan salarios de lujo. Asimismo, aumentar el impuesto a placas de vehículos de alta gama a cambio de disminuir la tasa a vehículos económicos. Gravar la renta a propiedades rurales inmobiliarias que están exentas de pago, aunque sean villas y grandes y confortables viviendas a cambio de aumentar las exenciones del IPI (patrimonio inmobiliario) a l clase media.
Penalizando la no declaración de impuestos a profesionales liberales no asalariados, comisionistas individuales, técnicos independientes y de otras actividades que no reportan impuestos o evaden. Y a cambio solo grabar con 5 % o máximo 10 % a las Mipymes, e informales que acudan al sistema simplificado de liquidación del IR.
Esto entre otras tantas posibilidades de hacer que los impuestos recaigan sobre los que más tienen y no sobre la clase media y los pobres. Deben eliminarse exenciones a determinado sectores a cambio de poner tasas bajas a los pequeños comerciantes, pequeños talleres o servicios con ventas inferiores a los 12 millones anuales.
De su lado, Juan Ariel Jiménez, exministro de Economía del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), entiende:
Todo depende del tipo de reforma fiscal, y de qué ocurre con el gasto público.
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Si se eliminan algunos impuestos distorsionantes como el anticipo, entonces se benefician las empresas pequeñas y medianas, y se puede generar aumento de empleos.
Si se aumentan impuestos, perjudica a quienes se les aplique. Si se aumenta el ITBIS se perjudica a todos los consumidores que consumen en lugares formales. Si se aumenta impuesto sobre la renta a personas físicas, se perjudica a empleados formales.