Tras unas elecciones con victoria rotunda y reelección del presidente Luis Abinader, los posibles cambios en su gabinete no despiertan tanta curiosidad como la anunciada (y siempre postergada) reforma fiscal. Se ha filtrado, y se le da credibilidad, que el presidente tiene cierta “prisa“ en llevarla a cabo. Tanta, dicen algunas fuentes, como para no esperar ni siquiera al 16 de agosto. El ministro de Hacienda, Jochy Vicente, trabaja intensamente estos días. Se le ha solicitado que arme el complejo proyecto para junio.
Desde diferentes sectores se van dibujan posiciones. El próximo lunes 3, la industria del ron dominicano presentará la situación actual del sector, con una participación del ex director de impuestos internos, Magín Díaz.
Asonahores se dejó oír ya esta semana. David Llibre, su actual presidente, habla claro sobre las expectativas y las aspiraciones que en la industria hotelera se barajan sobre el anunciado propósito.
¿Qué espera el sector que traiga una reforma fiscal, han mantenido conversaciones con el gobierno sobre el tema?
El gobierno ha estado planteando la posibilidad de una reforma fiscal. Desde el sector privado lo que entendemos que de hacerse, debe ser una reforma que implique una Reestructuración Estatal, una Ley de Transparencia y Responsabilidad Fiscal que regule el nivel de gasto público, el endeudamiento público y el déficit en el presupuesto del Estado y una disminución de las cargas y costos en servicios básicos y administrativos bajo el entendimiento que dicho Pacto deberá regirse por los principios de Estabilidad y Sostenibilidad, Equidad, Transparencia, Competitividad, Desarrollo de los sectores productivos, Austeridad, Eficiencia y Racionalidad, Coherencia y Sistematicidad del Gasto Público
Desde otras tribunas, se está pidiendo el fin de las facilidades que da Confotur…
Confotur no debe ser visto como exenciones, sino como competitividad. Es importante entender que los incentivos que otorga la ley de Confotur buscan mitigar las fallas de mercado que generan altos costos o deficiencias en el sector. Son incentivos que buscan aliviar algunos de los factores que le restan competitividad a la República Dominicana: costos energéticos y laborales, Impuestos y tasas sobre pasajes aéreos, retenciones a pagos al exterior niveles educativos, salud y seguridad, deficiencias en infraestructura…
La competencia no es interna…
Exacto. En un mercado turístico global altamente competitivo, los incentivos fiscales son esenciales para atraer tanto inversiones como turistas. La eliminación o reducción de estos incentivos podría poner a la República Dominicana en desventaja frente a otros destinos turísticos que continúan ofreciendo beneficios fiscales atractivos. Y debemos tomar en cuenta que el crecimiento del turismo arrastra el crecimiento del país por el impacto que tiene en el desarrollo de todos los demás sectores productivos de la nación. En República Dominicana el turismo es responsable de impactar diferentes sectores de la economía hasta en un 40% de su producción y es el responsable del 10% de los ingresos fiscales.
¿Con quién compite RD en estos campos?
Actualmente RD compite con 24 países en términos de Impuesto sobre la Renta (ISR) en América Latina y el Caribe, muchos de los cuales ofrecen exenciones significativas para el sector turístico. La pérdida de competitividad podría resultar en una disminución de la afluencia turística y de la inversión extranjera, afectando negativamente la economía nacional.
¿Hay polos turísticos ya maduros que podrían prescindir de ellas?
Los incentivos fiscales han sido clave para el desarrollo de polos turísticos en diferentes regiones del país, promoviendo el crecimiento económico en áreas que de otra manera podrían no tener viabilidad económica. Pero la estructura del Confotur es necesaria en todo el país, sin importar la madurez del destino, porque vuelvo al principio, es una ley que más que exenciones lo que ayuda es a balancear el nivel de competitividad del país frente a los países competidores. Es necesario mantener la estructura legal vigente si queremos seguir teniendo inversiones y desarrollo en todos los polos del país.
¿Qué consecuencias inmediatas y a medio plazo tendría para la economía dominicana que se rebajaran estas facilidades?
En lo inmediato se reducirían importantemente o paralizarían las nuevas inversiones en turismo, ya que las mismas se irían a otros destinos que otorguen un mayor retorno por las inversiones realizadas. A mediano plazo tendría un impacto en la llegada de turistas ya que al tener una planta física que no se estaría actualizando y/o remodelando, y por ende un destino que no crezca en nuevas habitaciones, los visitantes preferirán un destino con oferta turística actualizada y en línea con las demandas actuales.
Además el impacto que tiene esto en los demás sectores productivos. Por ejemplo si hay menos inversiones hay menos facilidades financieras, así que tendría un impacto importante en la banca. Pero igualmente en el sector de construcción (los números de crecimiento del sector de construcción en 2023 son alentadores principalmente por el turismo) y en la agropecuaria y en la industria, ya que el principal cliente de esos sectores productivos son los hoteles dominicanos. Y ni hablar de la reducción en la generación de nuevos empleos.
¿Habla solo por las grandes inversiones?, ¿se benefician los destinos emergentes o pequeños proyectos más comunitarios?
La Ley de incentivo es para todas las inversiones turísticas sin importar el tamaño o el polo turístico. Es el marco legal que nos va a permitir desarrollar los nuevo polos como Punta Bergantín o Cabo Rojo, pero que también nos permite seguir consolidando los destinos más maduros como Punta Cana o Bayahibe. Si no fuera por esta ley no pudiéramos pensar en nuevos desarrollos como lo que se están desarrollando en Miches que ya es una realidad, ni viéramos como grandes marcas hoteleras de lujo se fijaran en República Dominicana
¿Qué propondría Asonahores en una mesa de negociación?
El turismo en la República Dominicana es un sector transable que compite en el mercado internacional con otros destinos turísticos. A diferencia de otros sectores, el turismo necesita seguir desarrollándose para mantener su competitividad en el mercado global. A pesar de los avances, todavía existe un gran potencial de crecimiento en diferentes polos turísticos del país. La eliminación de incentivos podría detener este crecimiento y poner en riesgo los avances logrados hasta ahora. Por tanto, abogaremos por mantener la estructura legal vigente. Insisto que la propuesta debe venir hacia una reflexión fiscal que permita realizar una reforma integral.