El titular de la Dirección General de Alianzas Público-Privada (DGAPP), Sigmund Freund, informó que la entidad depositó, el pasado miércoles, de manera formal ante el Ministerio de Medio Ambiente el estudio de impacto ambiental de la primera fase del proyecto de desarrollo de Cabo Rojo, en Pedernales.
Explicó que sostuvieron una reunión con técnicos del ministerio para depositar el estudio; “no obstante los técnicos de Medio Ambiente nos solicitaron una serie de documentos adicionales como por ejemplo la certificación de uso de suelo del Ayuntamiento de Pedernales, el pago de una tasa que es necesario para eso, y que no teníamos a la mano”.
Agregó que desde la entidad que dirige se comprometieron a que, luego de validar que el estudio estaba completo, lo depositarían en esta semana. “Depositamos seis ejemplares como dice el reglamento de Medio Ambiente y ya lo que queda es la revisión definitiva”, añadió.
Sobre el levantamiento resaltó que el aspecto más importante es que, pese a que más del 60 % de su territorio es parque nacional “se puede hacer un desarrollo turístico que conviva con el medio ambiente”. Recordó que en el informe se identificaron fauna y flora endémicas de la zona, además de humedales y los convenios que los protegen. Reiteró que el estudio, realizado por la empresa Empaca, recomienda las medidas que debe tomar un desarrollo de esta clase para proteger toda la parte sensible.
Sobre las medidas que tomarán las autoridades para garantizar el agua para el proyecto, el funcionario sostuvo que, a pesar de que es una de las demarcaciones donde menos llueve, “Pedernales es de las zonas con más aguas subterráneas y afluentes, por todo lo que impacta la región montañosa, la Sierra de Bahoruco”, según Diario Libre.
Agregó que la DGAPP, el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) realizaron tres estudios “divorciados uno de otros en tiempo, espacio y técnicos”.
Aseguró que los levantamientos dieron como resultado que en la zona agrícola conocida como Los Olivares y en El Paso “existe suficiente agua para proveer de 14 mil a 16 mil habitaciones entre un periodo de 15 a 20 años”.
“Esto da garantías de que el agua es suficiente para el destino y la provincia. ¿Cuál es el reto?, proteger esos afluentes y el uso correcto de los mismos para que nosotros no las agotemos antes de tiempo”, sostuvo.
En ese sentido, manifestó que han concebido el uso de una planta desalinizadora luego de que comiencen la segunda y tercera fase del proyecto, puesto que el uso de los afluentes solo está pautado para las primeras cinco mil habitaciones. “Ya tenemos un área identificada para la planta desalinizadora que apoyará el uso del agua”, señaló.
Sigmund Freund reiteró su pedido de colaboración y voto de confianza para el desarrollo de la provincia a grupos ambientalistas. “Nada hacemos con tener 65 % de parques y la gente muriéndose de hambre, tiene que haber una simbiosis”, señaló, al tiempo que garantizó que en el proyecto“no se iniciará un solo hotel, sin que tengamos todas las licencias medioambientales que la ley exige”.