Conversé ampliamente con el afectivo colega cubano Edilberto Méndez, sobre el gran béisbol que se jugó este año en la Serie Nacional de ese país y que arrolladoramente ganaron los Leñadores de las Tunas.
Le pedí a Méndez que me escribiera su impresión sobre el torneo con fines de publicarla en mi columna «Toques». Esto fue lo que produjo, el colega subdirector de Prensa Latina: Los Leñadores de Las Tunas ganaron inobjetablemente la 62 Serie Nacional de Béisbol cubana, al vencer en la gran final al destacado equipo Industriales con barrida de 4-0, la séptima por el título de este país que concluye con ese marcador.
Aunque los tuneros llegaron a la discusión del título con la etiqueta de favorito, dado su desempeño en la etapa regular y dejar en el camino a Ciego de Ávila (cuartos de final) y al peligrosísimo Matanzas (semifinal), pocos esperaban que el resultado fuera tan dispar.
Y mucho menos que ganaran dos partidos en el estadio Latinoamericano de La Habana, repleto de aficionados (unos 50 mil), con marcadores de 8-1 y 6-1, demostrando así como el hacha estaba afilada y bien afilada.
En el último juego, Las Tunas entre el tercer y sexto inning marcó una carrera por entrada para apuntalar la apertura exitosa del pitcher Alejandro Meneses y sentenció el triunfo con jonrón del toletero Yordanis Alarcón en el noveno. Por su parte, los Azules habaneros descontaron en el séptimo por bambinazo del estelar Yasiel Santoya, pero desperdiciaron en ese acto las bases llenas sin out ante el relevista Rodolfo Díaz.
Con este triunfo bajo la batuta del debutante mentor oriental Abeisy Pantoja, los tuneros conquistaron su segundo título en la historia de estos torneos, tras alzar la corona también en el certamen jugado entre 2018 y 2019.
Destaque para las celebraciones llevadas a cabo por el pueblo tunero que no abandonó a su conjunto y puso caliente el ambiente con música y alegría justo lo necesario ante un acontecimiento deportivo de tal
magnitud.
Sin dudas, la temporada del béisbol cubano, seguida en no pocos países de nuestra región, dejó una efervescencia en la pelota y el pueblo de esta nación, algo que le hacía falta a una afición a la cual le brota el deporte de las bolas y los strikes por los poros.
Ahora en Cuba se jugará la llamada Liga Élite, veremos si las hachas continuarán cortando, hacia allá se dirigirá la atención del gran público.
¡Que viva el béisbol!
Agrego yo, qué bueno sería presenciar a los tuneros, reforzados en la Serie del Caribe de Béisbol 2024, que será celebrada en La Habana,
aunque en realidad, los organizadores, ya tienen montados el evento, sin la representación cubana.
Al agradecer los comentarios del colega Edilberto Méndez, desde La Habana, entrego la producción a todo el mundo beisbolero que no tiene frontera.
Por: Héctor García
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