Las ausencias de Venezuela y Nicaragua, y las dudas sobre Cuba, han roto el sentido de la Cumbre de las Américas de la próxima semana en Los Ángeles, donde EE.UU. quiere promover un gran pacto migratorio sin la presencia de tres países fundamentales en este ámbito.
Hasta la fecha, el Gobierno del presidente Joe Biden ha evitado publicar la lista de invitados al evento, que se desarrollará del 6 al 10 de junio, en medio de las advertencias de países como México, Honduras y algunos territorios de la Comunidad del Caribe (Caricom), que podrían boicotear la cumbre por las ausencias.
Washington ha sido tajante con respecto a la no participación de Venezuela y Nicaragua, y se ha mostrado tibio acerca de la de Cuba, pese a que en las últimas semanas ha retomado los contactos con La Habana sobre migración y ha retirado algunas sanciones a Caracas para facilitar el diálogo con la oposición.
El experto de Atlantic Council Jason Marczak, que dirige el centro Adrienne Arsht de Latinoamérica de ese laboratorio de ideas, dijo a Efe que para EE.UU. hubiera sido “muy difícil” invitar a los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
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A su juicio, estos dos gobernantes no están interesados en trabajar de manera conjunta con otras naciones para alcanzar un acuerdo migratorio, ya que llevan a cabo acciones que desestabilizan el continente.
Por ello, tiene más sentido para Marczak que Washington impulse un pacto con los países de acogida de migrantes con el fin de coordinar sus políticas sobre esta materia.
“Los migrantes y refugiados salen de Nicaragua, de Venezuela, no por razones de la política migratoria de Maduro o de Ortega, sino por la represión jurídica, la economía y la represión política”, indicó el analista, para quien ni Maduro ni Ortega van a modificar las acciones que hacen que los ciudadanos abandonen sus países.
Mientras, a falta de que se confirme la asistencia o no a la cumbre de una delegación cubana, el experto estadounidense remarcó que para algunos países de la región ha sido “una prioridad” impulsar la participación de “algún nivel del Gobierno de Cuba”.