NUEVA YORK.- No pudo acabar de otra forma en el Yankee Stadium. El toletero que fue la sensación durante al verano al establecer el récord de jonrones de la Liga Americana acabó siendo el último out de la temporada de los Yanquis de Nueva York. Y falló con un rodado débil al lanzador para quedarse contemplando cómo los Astros de Houston celebraban la victoria 6-5 que sentenció una barrida de cuatro juegos en la serie por el campeonato de la Liga Americana.
Quizás fue la última vez que se pudo ver a Judge como jugador de los Yanquis. El futuro del toletero en el Bronx es incierto. Y, de repente, también se cuestiona la continuidad del mánager Aaron Boone.
“La oportunidad de vestir el uniforme de rayas y defender el jardín derecho en el Yankee Stadium fue un enorme privilegio, algo que no subestimé en ningún momento“, afirmó Boone en medio de un silencio sepulcral en el camerino. “Siempre, previo a cada juego, hacía una oración, contemplaba al estadio y me pellizcaba”.
“Son pocos los individuos que tienen la oportunidad de jugar en ese terreno y hacerlo ante esa afición que me alentó durante mis seis años aquí”, añadió. Sonó como a despedida. Judge quedará libre para negociar con los otros 29 clubes de las mayores dentro de unos cuantos días.
En las horas previas a la jornada inaugural de la campaña regular, Judge rechazó un contrato de de siete años por casi 214 millones de dólares, para atarle entre 2023 y 2029. Decidió apostar a la agencia libre tras la Serie Mundial. Judge se irritó cuando los Yanquis hicieron públicos los detalles de la oferta.
Su respuesta fue con una producción histórica, rozando la Triple Corona de bateo. Sus 62 jonrones eclipasaron por uno el récord de la Americana que estuvo en manos de Roger Maris desde 1961. También quedó como colíder de carreras impulsadas con 131 y terminó segundo con un porcentaje de bateo de .311.
Sin embargo, su incursión en octubre fue pobre. Apenas bateó para .139 y 15 ponches en los playoffs. Se fue de 16-1 y sin remolcar carreras contra los Astros. Judge se perfila como el agente libre más codiciado del mercado. Es posible que acabe con un contrato que alcance los 300 millones.
“Todo eso queda en manos de mi agente“, dijo. “Ni siquiera he pensado en lo que sigue… tenemos tiempo de sobra para definirlo”.
Su lamento es que han transcurrido seis años desde su debut y nunca pudo tener la experiencia de alcanzar una Serie Mundial. “Un día nefasto, un final nefasto”, comentó Boone tras la 13ra campaña sucesiva en la que los Yanquis no estarán en el Clásico de Otoño.
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Nueva York capituló ante los Astros por tercera vez en seis años. Los márgenes en los cuatro juegos de la serie más recientes no fueron desiguales, pero la sensación que quedó en el aire fue que la brecha que separa a ambos clubes es abismal.
Los Yanquis evidenciaron las mismas fisuras que han marcado la era de Boone, al mando desde 2018. Un plantel que dependió en exceso de los jonrones, que se ponchaba en demasía (103 ponches en nueve juegos de los playoffs y 50 veces en 36 innings ante Houston) y que se desfondó por una serie de lesiones en el tramo final.
Tampoco fue que Brian Cashman, el gerente general desde 1998, se quedó con los brazos cruzados. Pero fue palpable que evitaron hacer desembolsos importantes en la agencia libre.
El cambio más sobresaliente fue el que envió al receptor Gary Sánchez a Minnesota por el tercera base Josh Donaldson y el torpedero Isiah Kiner-Falefa. La operación permitió sacar a Gleyber Torres del campocorto y ponerlo en la intermedia.
Con los torpederos Anthony Volpe y Oswald Peraza sobresaliendo en las listas de los mejores prospectos, Nueva York pasó por alto a agentes libres como Carlos Correa o Corey Seager. Prefirieron a Kiner-Falefa como solución temporal. Pero la defensa de Nueva York dejó mucho que desear en los playoffs, cometiendo seis errores.
La victoria de Houston en el cuarto juego — gracias a un rally de dos carreras que volteó el marcador — se debió a una jugada en la que Torres y Kiner-Falefa desperdiciaron una jugada de doble play que hubiera puesto fin al séptimo inning.
¿Qué harán en lo que resta del otoño y los meses de invierno? Aparte de Judge, el abridor Jameson Taillon, el jardinero Andrew Benintendi y el utility Matt Carpenter serán agentes libres, además de los relevistas Chad Green, Miguel Castro, Zack Britton y Aroldis Chapman.
Cashman está por completar un contrato de cinco años y es muy probable que siga al frente, pues goza del apoyo de Hal Steinbrenner.
Boone firmó en octubre pasado una extensión de tres años que incluye una opción del equipo para 2025. En su quinta campaña, los Yanquis arrancaron a todo vapor. Al alcanzar las 61 victorias a inicios de julio, empezaron a ser comparados con el equipo que se coronó campeón en 1998.
Menguados por las lesiones (echaron de menos los bates de DJ LeMahieu y Benintendi y el bullpen perdió a Scott Effross, Michael Martin y Ron Marinaccio), acabaron a los tumbos.
“Nos quedamos con gente muy importante que no pudieron jugar en la postemporada y que hubieran marcado una auténtica diferencia”, se lamentó Boone.