Últimamente hay bastantes quejas entre los pasajeros dominicanos y extranjeros con las dos principales aerolíneas españolas que operan en el país. La razón de la desazón es por el continuo cambio de aviones de inferior categoría a los usados habitualmente desde Madrid a Las Américas (AILA) como a Punta Cana.
Los enfados son mayoritarios entre los que viajan en clase business, dado que resultan ser los perjudicados. Tienen motivo para estar molestos. Iberia y Air Europa intentan sin éxito convencer a los afectados porque las justificaciones no se pueden entender.
Las dos compañías aéreas experimentan idéntica problemática: la escasez de aviones nuevos. Para suplicar esta carencia, tanto Iberia como Air Europa han subcontratado a otras aerolíneas de bajo perfil. Se trata de aerolíneas dedicadas a sub-chartear vuelos y que son fiables, pero todos sus aparatos son más anticuados y no ofrecen las prestaciones de los habitualmente operados por los dos monstruos de la aviación española. Y sus configuraciones son distintas. Y ahí empiezan el desmadre. Además, los nativos se sienten agraviados porque este problema se está dando en RD.
Solo dos casos acaecidos este último fin de semana retrata la situación caótica que se están generando desde hace semanas con los cambios de los aparatos programados .Dos casos ilustrativos con un único protagonista: Air Europa. El vuelo de Punta Cana a Madrid del viernes opero sin business y sus usuarios tuvieron que elegir entre recibir una compensación económica o volar días más tarde en la clase preferente desde Las Americas. Los que se decidieron por viajar días más tarde se encontraron con aviones antiguos a las tradicionales. Y así llevan semanas.
Familias con asientos juntos acaban desperdigados y los vuelos salen con retraso porque hay que recolocar al pasaje. Para más inri, los vuelos en la business de inferior calidad son carísimos. Iberia ya tuvo problemas antes de la falta de aviones. Los dirigentes turísticos se sienten molestos pero no quieren polemizar y acuden a este digital para expresar la discriminación surgida por este problema que no acaba de solucionarse. Asonahores no se ha pronunciado. Además, se trata de dos compañías que cuentan con subvenciones del Mitur.