Haydée Kuret de Rainieri, miembro del Consejo de Directores del Grupo Puntacana, resaltó el rol que juega la Ley 158-01 de Fomento al Desarrollo Turístico para incentivar el crecimiento del sector en la República Dominicana.
Kuret de Rainieri está convencida de que la reforma fiscal «viene», pero considera que hay aspectos de la ley que, más que reformarse, necesitan «reajustarse», según publica Diario Libre.
«¿Qué pasa con la industria turística? A nosotros se nos acusa de tener una ley de incentivos. ¿Ley de incentivos? No, no: es una ley de competitividad», sostuvo.
A modo de ejemplo, ilustró que si tuviera que pagar impuestos para la compra de solo un aire acondicionado, sería «imposible» equipar hasta 1,300 habitaciones de un proyecto hotelero con un artículo esencial para un hotel y que, sin embargo, en el mercado está cotizado como un artículo de lujo.
Expuso que la ley de incentivos es «el anzuelo» con el que el turismo dominicano ha atraído la inversión extranjera directa, entendiendo que esta normativa es necesaria en un momento en que el sector público y el sector privado desarrollan nuevos polos turísticos, como es el caso de Pedernales.
Asimismo, indicó que esta es una herramienta legal «envidiada por todos los países de América Latina«, tomando como ejemplo a Guatemala, que realizó un encuentro con empresarios del sector para que les explicara la aplicación de la normativa.
«Ellos querían comenzar a implementarla y nosotros la vamos a botar», ironizó.
«Necesitamos dinero rápido. Vamos a cobrar… que el Gobierno comience a cobrar, inmediatamente, el 16 % de Itbis (Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios) a los Airbnb, que no pagan un centavo», propuso.
Kuret de Rainieri indicó que, a diferencia de los hoteles –que pagan Itbis por la tarifa de cada habitación hotelera–, los Airbnb no son gravados por este concepto, pero tampoco generan empleomanía alguna por su actividad.
«No tienen gastos: solamente cobra dinero el que lo vende, y el dueño del Airbnb», acotó.
De igual manera, recordó que los proyectos públicos también se han beneficiado de las exenciones que plantea la Ley 158-01 además del sector privado.
«El sector privado la ha pedido (la ley de incentivos) y el sector público la aprobó», refirió, recordando el papel de ambos actores para que la ley exista y se implemente hoy día.