El intermedista Gustavo Núñez pasó de villano a héroe en el quinto partido de la final, cuando después de cometer un error en la novena entrada, remolcó dos vueltas en el décimo episodio para que los Tigres del Licey tomaran la delantera (3-2) en la serie de la pelota dominicana.
Los Tigres, quienes marcaron cinco carreras en el primer capítulo, anotaron tres vueltas en la parte alta de la décima para superar 8 por 5 a las Estrellas.
Núñez se quitó un peso de encima cuando pegó sencillo al jardín derecho productor de dos carreras ante los envíos del relevista verde Ronel Blanco.
“Esas son cosas de juego que pasan y lo más importante es que pudimos salir con la victoria. El juego nunca será perfecto porque suelen ocurrir inconvenientes”, explicó Gustavo sobre el elevado que no pudo manejar en el noveno y que a la postre se convirtió en la carrera del empate (5-5) para los orientales.
Núñez, quien se fue de 4-2, aseguró que pudo mantener la calma para reivindicar lo sucedido en el noveno, al conectar el indiscutible que selló el triunfo azul.
“Nunca bajé la cabeza luego del error y me llegó el turno bueno”, indicó el jugador de las Estrellas.
Habló sobre el enfrentamiento contra Blanco, a quien definió como tremendo lanzador por el repertorio que tiene y la efectividad frente a los oponentes.
“Me tiró un buen picheo, pero soy un jugador que sabe manejar muy bien el bate y pude conectar la pelota con la parte de abajo de la mazeta y así traer esas dos carreras”, describió Núñez.
El versátil infielder ha estado jugado con molestias en una de sus piernas, que le han limitado accionar a toda capacidad.
“Soy un guerrero, que sale a jugar duro como buen profesional, sin importar las molestias”, refirió.
Previo al batazo de Núñez, los Tigres rompieron el empate en el décimo con secillo impulsador de una carrera, que salió del bate de Luis Barrera a al prado izquierdo.
Los azules marcaron cinco en la primera entrada, donde Emilio Bonifacio pegó jonrón abriendo el juego.