Montville.- El argentino Manu Ginóbili, leyenda de los San Antonio Spurs, aseguró este viernes que entrar en el Salón de la Fama le parecía “un sueño irrealizable” en su juventud, pero lo hizo realidad “con esfuerzo año tras año”, en una conferencia organizada en Montville (Connecticut) previa a su acceso en el Salón de la Fama del Baloncesto de Naismith en Springfield (Massachusetts).
El cuatro veces campeón de la NBA, dos ocasiones All Star y una temporada mejor sexto jugador, explicó que ser inmortalizado se siente “irreal”, que de niño era “un sueño irrealizable que se empezó a hacer realidad con el esfuerzo año tras año».
En una conferencia de prensa previa a su exaltación el sábado celebrada en un hotel-casino en la reserva indígena de Mohegan, en Connecticut, el 5 de la selección argentina y 20 de los San Antonio Spurs (ambas camisetas retiradas) destacó además el orgullo latino que sentía en la NBA y el vínculo que se creaba entre los hispanohablantes en la liga estadounidense.
Afirmó además, a pregunta de Efe, que aunque también hay un vínculo con los jugadores internacionales, “a pesar de la confrontación de que sean rivales”, especialmente a los Suramericanos “uno siempre trata de recibirlos».
NUNCA HABLÓ SUCIO EN LA CANCHA
El escolta zurdo que mañana será inmortal y que durante sus 16 años en la NBA experimentó la creciente presencia de jugadores hispanohablantes en la cancha, indicó que si el “trash talk” (hablar sucio para desestabilizar emocionalmente al contrario) en español llegó al baloncesto de EE.UU. no fue por su culpa. Hay grandes estrellas de la NBA angloparlantes que han reconocido aprender malas palabras para molestar a los latinos. Ginóbili remarcó- “nunca hice trash talk, nunca».
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El argentino señaló que no tiene duda de que el español Pau Gasol pronto lo acompañará en Springfield, que solo “es cuestión de tiempo. En cuanto se cumpla el plazo entrará y yo espero estar ahí con él».
El creador del “euro step” (paso europeo) y mago de los caños imposibles subrayó que sus mejores desempeños se los debe a los jugadores y todo el personal de los equipos en los que ha jugado- “no hay ningún premio individual que no haya sentido como colectivo. Estoy acá por las virtudes de mis equipos».
Sin mencionarlos por sus nombres, solo por sus posiciones en el juego, agradeció especialmente haber tenido la oportunidad de compartir cancha y complicidad durante largos años con Tony Parker y Tim Duncan, con los que conformó el denominado “The Big Three” (el gran tres), así como el entrenador Gregg Popovich.
Antes de llegar a la NBA en 2002, Ginóbili ya se había consagrado en el baloncesto argentino y en el de Italia, donde había conseguido la Triple Corona en la temporada 2000-2001 (Liga Italiana de Baloncesto, la Copa de Italia y la Euroliga de la temporada ).
Unos lo consideran el Leo Messi del baloncesto y otros le apodan Manudona. Durante la conferencia de prensa, Ginóbili recordó en varias ocasiones que los éxitos con los Spurs se los han reconocido ya suficientemente, como cuando le retiraron el número 20, pero que ahora se trata más de su carrera completa incluyendo sus éxitos con la selección argentina, a la que lideró al lograr el oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y plata en el Mundial de Baloncesto de 2002, entre una larga lista éxitos.
RECONOCIMIENTO PARA ARGENTINA
Recordó que si con los Spurs jugó 16 años, con la selección albiceleste lo hizo 18, y que del mismo modo que con los de San Antonio, con sus compatriotas formaron un equipo unido de compañeros que también compartieron por mucho tiempo creando lo que se conoce como la “Generación Dorada».
“Fue el momento oportuno. El mundo estaba cambiando en el baloncesto por la NBA. Ellos crearon una inspiración para todos trabajar más duro. Fuimos muy afortunados de trabajar juntos jugadores talentosos que trabajaban duro. Nos encantaba estar juntos y salir juntos.
Fue una situación única y empezamos a crecer y crecer”, dijo esta vez en inglés. Y pronto- “Fuimos de los pocos países que empezaron a amenazar a EEUU. Cambiamos la forma en la que la gente veía estos torneos con los dream teams».
Explicó que en Argentina “todo es fútbol”, pero que su pueblo, Bahía Blanca, es una excepción, donde en su infancia la mayoría de los niños jugaban al baloncesto y hablaban de baloncesto todo el día.
“Lo raro es que haya llegado aquí”, bromeó Ginóbili, quien forma parte del equipo técnico de los Spurs y dedica el tiempo libre a jugar al tenis o montar en bicicleta, actividades en las que, como en el baloncesto, sigue queriendo siempre ganar, aseguró.