Bangkok. La despenalización del cultivo de marihuana para uso médico en Tailandia ha provocado que hasta hoy 712.666 personas hayan solicitado licencias para tener sus plantas en casa, pero la confusa legislación no deja claro si se puede fumar o en qué condiciones.
La despenalización parcial el pasado jueves se enmarca dentro de la política para promover el uso médico del cannabis, lo que ya fue legalizado en 2018, aunque los productos derivados no pueden contener más de un 0,2 por ciento de tetrahidrocannabinol (THC), el principio psicoactivo de la planta.
Aunque el fin sea solamente médico, en los últimos días se han celebrado festivales donde los asistentes fumaban “porros” de marihuana y los cogollos de cannabis se vendían el fin de semana en Khaosan, la calle de los mochileros en Bangkok, y en otros lugares.
“Fumar cannabis para relajarse y mejorar la salud mental está permitido, pero solo en casa del fumador, sin causar molestias a otros”, afirma el Ministerio de Sanidad tailandés, según un artículo de la agencia tailandesa Oficina Nacional de Noticias de Tailandia publicado la semana pasada.
Sin embargo, el Ministerio precisa que no recomienda fumar cannabis porque puede causar daños a la salud.
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La ley no especifica qué es causar “molestia pública”, mientras que los productos con más de un 0,2 por ciento de THC sí están tipificados como ilegales y la despenalización se limita al uso médico, no al recreativo o lúdico.
El Instituto para el Cannabis Médico del Ministerio de Sanidad indicó el viernes que, tras la eliminación del cannabis de la lista de narcóticos ilegales, los usuarios “pueden usarlo para automedicarse».
Añadió que se recomienda el uso de la marihuana medicinal para tratar el insomnio, la pérdida de apetito, el dolor y problemas en la piel.
Sin embargo, la declaración de que se puede fumar para mejorar la “salud mental” crea un margen amplio de interpretación que linda con el uso recreativo.
Highland Cafe, una cafetería de cannabis en Bangkok, empezó a vender cogollos el jueves, el mismo día en que se despenalizó el cultivo y posesión de marihuana.
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“El uso recreacional del cannabis es un derecho personal. No hace daño a nadie. No debería ser un problema”, explicó a Efe el dueño de Highland Cafe, Sirikwan Motaisong.
Sirikwan dijo que sus clientes compran marihuana para usarla en casa y relajarse, al igual que hacen otros con el alcohol.
“Este es un periodo de transición para cualquiera que quiera usar o cultivar cannabis, no solo para fines lúdicos”, indicó el tailandés.
Desde la despenalización parcial, los consumidores de cannabis que antes la compraban ilegalmente en la calle ahora acuden a lugares habilitados como Highland Cafe.
Sirikwan afirmó que, en su opinión, este momento de ambigüedad puede durar unos tres meses hasta que haya una regulación que especifique restricciones al comercio y la distribución.