Luego de años de exigencias para la aplicación del 4% para la educación, lucha que llevaron sectores de la sociedad civil desde 2011, el país no ha podido cumplir el cometido de mejorar la calidad educativa en el país y en algunos aspectos, incluso, ha descendido en indicadores puntuales, según un informe presentado esta semana por EDUCA.
La realidad está plasmada en un informe publicado por el banco Popular y la Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), en el que se resaltan aspectos que deben ser fortalecidos, para poder conseguir la meta de mejorar la calidad del sistema educativo dominicano.
Los hallazgos van desde retrocesos en los niveles de aprendizaje, hasta el desempeño de los propios docentes, así como la necesidad de integrar a las familias en formación de los y las niños y niñas del país.
Algunos de los datos que muestra el informe, son tan serios como alarmantes y plantean la necesidad de buscar nuevas metodologías para transformar la educación en el país.
Inversión
En 10 años, (desde 2012 al 2022), el país ha invertido la astronómica suma de US$ 40,8 billones de dólares, para mejorar el sistema educativo dominicano, suma que se ha ido aplicando a través de la implementación del 4%, específicamente en 2013.
Sin embargo, esto no ha dejado los resultados esperados hasta la fecha y plantea un reto importante para las autoridades educativas.
Según el documento, “el presupuesto desde el 2012 ha tenido una pendiente positiva de hasta 246.9 (puntos porcentuales), mientras que la prueba PISA ha disminuido con una tendencia negativa”.
Esto quiere decir que, aunque el Estado dominicano ha invertido más dinero, el aprendizaje ha disminuido proporcionalmente.
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Dinero vs resultados en números
El ratio de presupuesto por estudiante sobre promedio de puntos obtenidos por estudiantes Pruebas Nacionales fue escalonado, con una inversión para 2012, de $31.9 dólares por estudiante para lengua española y 36.0 dólares para matemáticas, rangos que se dispararon hasta los $89.2 y $91.1 dólares por alumno respectivamente.
Es decir, la inversión per cápita casi se triplicó por estudiante en 10 años, dejando un promedio anual, según la documentación, de una inversión de US$ 57.3 dólares en lengua española y US$ 55.1 para matemáticas.
Pero desde 2017 al 2022, el nivel de desempeño en tercer grado de primaria, mostró una merma y pasó de un 27.4% en el índice de satisfacción en matemáticas, a un 18.8% para el final del estudio.
Aunque en lengua española, los resultados fueron positivos, mostrando un incremento de 4.8 grados porcentuales, desde el 2017 al 2022.
Gasto de formación del docente
El estado invirtió en conjunto, a través del Isfodosu y el Inafocam, 29 mil 029 millones de pesos desde 2013 al 2022, en la formación de maestros.
Sin embargo, en las evaluaciones los resultados han sido negativos y presentan una tendencia a la baja en cuanto a la calidad.
Desempeño docente
Pese a que en la actualidad los maestros gozan de mejores salarios, con un incremento de hasta un 128% en comparación al salario promedio del 2012, la gran mayoría no logra pasar las pruebas para poder impartir docencia, lo que se ve reflejado en el nivel de la enseñanza.
Según el informe, menos del 3% de los docentes calificó como “destacado” en la última evaluación de desempeño y su dedicación para enseñar, lo que tiene un impacto directo en los estudiantes.
Esto se refleja en los siguientes datos que presenta EDUCA
Factor docente como determinante en el desempeño estudiantil:
“Estudiantes cuyos docentes muestran interés por su bienestar obtienen en promedio 38 puntos más, que aquellos cuyos docentes muestran bajo nivel de interés.”
“Estudiantes que reciben apoyo en su aprendizaje por parte del docente, obtienen en promedio 47 puntos más Que aquellos cuyos docentes brindan poco apoyo.”
El factor familia
El factor familiar es otro de los elementos que plantea la necesidad de reformar, ya que, según el estudio, el 53% de los hogares, “valora de incipiente o mediano la supervisión de las tareas de parte de los padres a sus hijos”.
Mientras que el 61% “valora de incipiente o mediano la supervisión de las tareas de parte de los padres a sus hijos”.
Esta realidad plantea la implementación de un plan que permita la integración familiar en el aprendizaje, que permita constituirse en un eje complementario de la educación.