La construcción de un relleno sanitario o apostar por procesos de deshidratación son algunas de las soluciones inmediatas al impacto masivo del sargazo en el país propuestas por la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar), ante la carencia de aplicaciones industriales para el sargazo.
Por ello, Jimmy García Saviñón, presidente de la entidad, dijo que es imperativo que la población entienda que una solución definitiva aún no está a la vista. «Mucha gente se queja y ataca a las instituciones, al gobierno y a las alcaldías, alegando que no hacen nada con el sargazo. Pero es que ¡no hay nada que hacer con él ni aquí ni en ningún otro país del mundo».
Agregó que cuando se encuentre una aplicación que controle los grandes volúmenes del alga, el desafío será otro: los altos costos del manejo, que ya se ve reflejado en la recolección que llega a costar hasta ocho dólares por metro cúbico en el mar, y de los productos procedentes del sargazo, según Diario Libre.
«En el 2011 hubo una irregularidad en las corrientes y bajó una parte del mar del sargazo que estaba en el norte, entre Estados Unidos y Europa, y ese es el que está llegando en su mayoría aquí», agregó.
De su lado, Omar Shamir Reynoso, encargado de la División de Oceanografía y Recursos Marinos de Anamar, indicó que la disposición final del sargazo debe ser costo-efectiva y no lacerar el medio ambiente.
Explicó que unas de las opciones consideradas como viables es la deshidratación del alga. «Así pierde volumen y será más manejable y se detiene la descomposición y el mal olor».
Los representantes de Anamar reiteraron que la llegada del alga a las costas del país no es nueva, sin embargo, citan el año 2011 como el que marcó la proliferación masiva del sargazo y el inicio de las labores de monitoreo de la institución, que pasa los datos sobre el alga tanto a los sectores hotelero y energético como a ministros de diferentes áreas y al presidente de la República.