Al menos 50 pasajeros de un vuelo de la compañía LATAM procedente de Sydney resultaron heridas el lunes después de que su avión, con destino a Chile vía Aukland, registrara “un incidente técnico” que causó importantes turbulencias, informaron el lunes los servicios de emergencia y la empresa aérea.
LATAM Airlines dijo en un comunicado que su vuelo LA800 “tuvo un incidente técnico durante el viaje que provocó un fuerte movimiento”.
“Algunos pasajeros y tripulantes de cabina se vieron afectados. Recibieron asistencia inmediata y fueron evaluados o tratados por personal médico en el aeropuerto según fue necesario”, agregó LATAM.
El avión accidentado es un Boeing 787-9 Dreamliner.
Los servicios de rescate neozelandeses indicaron que fueron alertados hacia las 16H00 locales (03H00 GMT) y luego enviaron más de una docena de ambulancias y otros vehículos médicos al lugar para atender a los heridos.
Unas 50 personas fueron atendidas por lesiones en su mayoría leves, indicó Gerard Campbell, vocero del servicio de ambulancias.
“Doce pacientes fueron trasladados al hospital”, añadió, tras haber cifrado la cifra anterior en 13.
Un paciente se encontraba en estado grave, agregó.
Al menos tres de las personas atendidas eran tripulantes de cabina, dijo LATAM.
“La gente voló por la cabina”
Los pasajeros explicaron a la prensa local que el avión perdió altitud rápidamente cuando sobrevolaba el mar de Tasmania y propulsó al techo a todas las personas que no llevaban puesto el cinturón de seguridad.
“No fue una de esas cosas en las que te encuentras con turbulencias y te caes un par de veces… simplemente nos caímos”, dijo Brian Jokat, un pasajero, a la radio pública neozelandesa RNZ.
Según los testigos, algunos pasajeros tenían huesos rotos, mientras que otros sufrieron lesiones en el cuello y la cabeza. Algunos inclusorompieron parte del interior del avión al impactar con sus cabezas y hombros contra el techo.
“La gente voló por la cabina”, relató otro pasajero a bordo del vuelo, que dio su nombre como Jacinto, a RNZ. “Hubo gente bastante herida”.
“La gente volaba de un lado a otro y todo daba mucho miedo”, agregó al mismo medio una pasajera llamada Valentina. “Había sangre en el techo, la gente [volaba] y rompía el techo del avión”.
En unos videos difundidos en la página del medio neozelandés NZ Herald se ve a varios tripulantes y pasajeros que atienden a una mujer herida en el suelo del aparato, mientras se oye en los altavoces un mensaje preguntando si hay un médico a bordo.
Los datos de FlightAware mostraron que el avión perdió altitud a las dos horas de vuelo. El avión aterrizó en el aeropuerto de Auckland sobre las 16.30 horas locales, tal y como estaba previsto, antes de continuar su viaje hacia Santiago de Chile.
“LATAM lamenta los inconvenientes y lesiones que pueda haber causado esta situación a sus pasajeros, y reitera su compromiso con la seguridad como prioridad dentro del marco de sus estándares operativos”, señaló la compañía nacional chilena.
Aún se desconoce la causa del “problema técnico” en el vuelo.
“Simplemente cayó”
El pasajero Brian Jokat dijo a RNZ que el avión “simplemente cayó” a unos dos tercios del trayecto.
“No hubo ninguna turbulencia previa, estuvimos volando suavemente durante todo el trayecto”, dijo. “Me había quedado dormido y, por suerte, llevaba puesto el cinturón de seguridad, y de repente el avión se desplomó”.
Jokat dijo que un pasajero a dos asientos de él no llevaba puesto el cinturón de seguridad, y salió volando y se golpeó contra el techo.
“Pensé que estaba soñando. Abrí los ojos y estaba en el techo del avión de espaldas, mirándome. Era como (la película) ‘El Exorcista’”, relató.
El hombre volvió a caer al suelo, rompiéndose las costillas con el reposabrazos, dijo Jokat.
Otras tres o cuatro personas también se golpearon contra el techo, rompiendo parte del interior del avión con sus cabezas y hombros, contó Jokat a RNZ.
“Entonces la gente empezó a gritar. Sentí que el avión caía en picado, como si estuviera en lo alto de una montaña rusa, y luego se aplanó de nuevo”, explicó.
Todo el incidente, dijo, duró “una fracción de segundo”.
El pasajero citado por el medio neozelandés contó que tras el incidente algunos médicos a bordo “curaron” a los heridos, con la ayuda de la tripulación.
Hubo “algunos heridos graves”, dijo. Algunos tenían huesos rotos, mientras que otros tenían lesiones en el cuello y la cabeza.
Jokat dijo que el piloto se acercó a la parte trasera del avión una vez aterrizado.
“Le pregunté qué había pasado y me dijo que había perdido la instrumentación brevemente y que había vuelto de repente”, dijo. “Sé que se sintió muy mal por todos”.
Averiguaciones en proceso
El fabricante estadounidense de aviones Boeing ha sufrido una serie de problemas de seguridad en los últimos años, como los accidentes mortales de Lion Air y Ethiopian Airline en aviones 737 MAX.
Boeing todavía se está recuperando de un incidente casi catastrófico en enero, cuando un panel del fuselaje de un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines estalló en pleno vuelo.
Los representantes de Boeing no estaban disponibles para hacer comentarios.
La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda dijo que estaba “al corriente del incidente” y que estaba “recabando más información para decidir si abre una investigación”.
El incidente podría ser investigado por las autoridades chilenas si se descubre que ocurrió en el espacio aéreo internacional.
LATAM informó de que los pasajeros con destino a Santiago saldrían de Nueva Zelanda el martes por la noche.