Proceder de una familia de peloteros, enfrentarse a varios tropiezos en sus comienzos siendo muy joven, perseguir un sueño sin desmayar, con mucha fe, al igual que enseñar lo que ama con el corazón, fueron los ingredientes que llevaron al expelotero, Robert Valdez a formar una academia de bateo cuando ya no estaba en ligas menores.
La academia ha dado muchos frutos desde que comenzó.
“Valdez Hitting Club” o Valdez Club de Bateo, en español, fue creada por el exatleta con apenas 24 años de edad, después de regresar a República Dominicana desde los Estados Unidos, donde estaba realizando todo tipo de trabajos duros tras ser dejado libre por los equipos de Grandes Ligas a los que había pertenecido (Piratas de Pittsburg y Chicago White Sox). Hablamos de 2016, época en que viajó primero a Boston y luego a Nueva Jersey. En este último Estado acudió con la idea de trabajar para ahorrar y retornar al país a poner “su negocio”.
En Boston estaba su tío David Valdez, quien “tenía un facility y cuando yo iba a prepararme (estaba firmado con los Piratas) también me ponía a darles prácticas a los niños, y eso como que me apasionaba y empecé a descubrir amor, esa pasión por enseñar. Lo que más me gusta es ver el resultado de un niño cuando le enseñaba y mostraba avance durante ese proceso. Eso me encantaba”, rememora Robert.
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Dice que de ahí le vino la idea de hacer lo que hacía su tío en Estados Unidos, dar prácticas personalizadas de bateo, ya que nadie en República Dominicana estaba realizando ese tipo de enseñanza.
«Yo decía bueno, voy a hacer algo diferente, voy a formar grupo de tres o cuatro niños, máximo les voy a dar práctica personalizada de bateo y ahí fue cuando nosotros hicimos los paquetes, abrimos las inscripciones, se inscribieron como ocho o siete niños que Amarante (otro expelotero profesional) y yo les dábamos la prácticas”, recuerda.
Nacimiento academia
Pero poner la academia, ubicada en los terrenos de la Liga Centro, en el kilómetro 12 de la carretera Sánchez, frente al antiguo Manresa, no fue una decisión repentina, sino más bien ponderada luego de ver acción en la Major League Baseball, aunque por pocos años y quedar en la agencia libre en dos ocasiones
También el darse cuenta de que tenía mucho que aportar al mundo del béisbol, debido a que sentía que lo tenía en su ADN. Valdez ya no estaba en el béisbol profesional, pero en él seguía viva esa llama, ese amor por esa disciplina y dedicarse a formar niños y jóvenes en el área de bateo fue el nicho que encontró, el cual le encanta y le ha ido muy bien, asegura.
¿Su secreto? Dice fue hacerlo de una manera diferente, involucrarse mucho con los alumnos, convirtiéndose en una especie de tutor o familia en procura de lograr sacar ese talento oculto que tienen los prospectos.
Al igual que otros negocios, los comienzos de la academia no fueron fáciles. Empezó con una caja de bateo pequeña de 40 pies, “una maquinita de bateo.”
“Y lo empezamos mi esposa y yo, y un joven que se llama Johnny Amarante, a quien habían dejado libre y se contactó conmigo y me dijo, a mí me dejaron libre yo no estoy haciendo nada por si acaso tú necesitas a alguien, y yo le dije ven para acá a trabajar conmigo y así empezamos; la gente iba a batear 20 picheos. Ahí podían ir softbolistas, jugadores pequeños y nosotros siempre los corregíamos, «nos diferenciábamos por eso, tú podías ir a batear 10 picheos y si tú hacias algo malo yo corregía a la gente», explica.
“Sin disciplina no importa el talento”, es su máxima o regla principal.
El expelotero dijo que nunca se imaginó que los dos jóvenes prospectos que pasaron por la academia, siendo adolescente (Juan Soto y Cristian Paché) serían hoy grandes superestrellas del béisbol.
«Trabajé con Juan Soto y Cristian Paché, esos muchachos se destacaron y luego empezaron a llegar muchos niños, muchos jugadores profesionales y luego nosotros hicimos un concepto más completo donde creamos campamentos de verano, donde los niños se inscribían y luego ahí iniciamos al Play de Liga Centro y creamos la Academia Valdez y la combinamos con Valdez Hitting Club.
Ya nosotros teníamos equipos y con los niños hacíamos torneos, juegos y combinamos las clases de bateo personalizadas con lo que es la academia, luego de eso surge la idea del Valdez Indoors gracias a Liga Centro que nos abren las puertas y creamos el Valdez Indoors», así explic cómo se dio el crecimiento de la academia.
Atribuye su triunfo a que en la academia tienen un concepto “en donde la disciplina y los valores van primero que todo”. También en que les enseñan a los pequeños a jugar en todas las posiciones.
“Les aconsejo a todos los niños que aprendan a jugar en todas las posiciones, en todas las bases porque ustedes nunca saben dónde van a terminar”, les digo.
«Hay varias categorías de niños, donde nosotros primero les sembramos a ellos que tienen que saber que si no tienen disciplina no llegan a ningún sitio, sin importar el talento que tengan”, Asegura Valdez.
De eso se trata de que nosotros como entrenadores y yo que tuve la oportunidad de firmar en dos organizaciones, todo lo que aprendí a nivel de disciplina y conocimiento trato pasárselo a los niños que ellos puedan llegar a sus metas y a lograr sus sueños, pero sin olvidar que los valores van primero, agrega el exjugador.
Subraya que para aprovechar el talento de los jugadores tienen un proyecto que acoge niños desde los seis años de edad, “donde le damos entrenamiento de defensa, bateo, físico y de picheo”.
“Y ya al crear Valdez Indoors todo se convierte en algo más completo”, detalla.
Dice que en este punto los padres tienen mayor confianza y que dejan a sus hijos entre una y cuatro horas en el lugar, “tiempo en que el pequeño adquiere un concepto más completo en el terreno del play”.
Training de bateo internacional
Robert Valdez afirma que el crecimiento y aceptación de la academia la ha llevado a participar en eventos internacionales en varias ciudades de Estados Unidos.
“Ya gracias a Dios nosotros nos hemos estado expandiendo mundialmente en Georgia, Atlanta en un training de bateo y tenemos planes de volver. Eso fue algo sensacional también fuimos a Chicago”, detalla, agrega “que, además, vienen niños de otras partes del mundo y tenemos planes en un futuro de expandirnos hacia los Estados Unidos porque tenemos un público bueno”.