El incremento de impuestos a los hoteles que promueve Quintana Roo vuelve menos competitivo al destino comparado con Punta Cana, que ofrece mejores tarifas al no sentir un ahogo fiscal.
A medida que pasan los días sube la tensión entre el gobierno local y la asociación de hoteles de Riviera Maya y Cancún en medio de la negociación frente al alza del tributo.
Los hoteleros de Riviera Maya liderados por Antonio Chaves solicitaron que el alza sea paulatina ya que ya hay “reservaciones y noches compradas para el inicio de 2023”, según recoge Noticaribe.
De su lado, el sector aglutinado en Cancún, Puerto Morelos e Islas Mujeres liderado por Jesús Almaguer ofrece una posición más intransigente ya que no buscan un pago en plazos sino negociar una rebaja al señalar que la iniciativa oficial “inhibirá la llegada de turistas, sobre todo de Sudamérica”.
Almaguer busca alcanzar un acuerdo que indique en concreto hasta dónde puede incrementarse la carga tributaria.
“Lo que estamos buscando es incrementar el turismo y con esto le venimos a dar al traste; estamos en contra de cualquier alza, ya nos han ratificado aumentos en diversos impuestos y derechos, se observa la intensión de incrementarlos. Esto en gran parte nos va a afectar a la industria, así como al turista que llegue a Cancún y al Caribe Mexicano”, aseveró.
En ese sentido, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, anunció otros cargos tributarios al turismo, esta vez aumentará del 3% al 5% el impuesto al hospedaje y el impuesto a la nómina pasará del 3% al 4%; lo que se suma al incremento del 40% por Derecho de Saneamiento Ambiental en Cancún.
Lezama afirmó que estos impuestos se han consultado y analizado con el sector, con el objetivo de crear recursos que irán a los fondos sociales de seguridad, salud, desarrollo social y a la promoción turística.