La desigualdad se combate con la mejoría del salario, de la cobertura y calidad de los servicios públicos, una reforma fiscal, y un buen uso de los recursos públicos
La República Dominicana exhibe uno de los desarrollos económicos más atípicos de la región, pues aunque por más de 20 años ha mantenido un crecimiento de más del 5% del PIB. Paralelamente persisten altos niveles de desigualdad que no se corresponden con esa bonanza.
Los últimos hallazgos sobre esa desigualdad alertan sobre la urgente necesidad de hacer más justa la distribución del ingreso, para que más dominicanos puedan salir de la pobreza.
Rosa Cañete, directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática, del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, plantea en ese contexto que el desafío primario debe ser cambiar radicalmente la realidad encontrada en el estudio “Desigualdad del ingreso en la República Dominicana 2012-2019”.
“El estudio nos demuestra que la desigualdad es muy superior a la que veníamos midiendo. Uno de los datos más fuertes es que las 100,000 personas más ricas del país tienen más ingresos que los 8 millones de personas más pobres.
“Eso nos habla de unos niveles que deben llamar la atención, pues el 10% más rico del país tiene el 55% del ingreso nacional, mientras que el 90% restante se queda con el 45%. Y si nos vamos al 10% más pobre, este tiene menos de un 1% del ingreso nacional.
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“Esto es importante ponerlo sobre la mesa, porque enfrentar la desigualdad nos beneficia a todos porque cuanta mayor igualdad mayor equidad en el ejercicio de los deberes civiles y políticos, y cuanto mejor están distribuidas las capacidades, el ingreso, la riqueza, hay menos espacio para la corrupción y el clientelismo”, afirmó.
La economista planteó además que la desigualdad económica se vincula también con la violencia y la criminalidad, y en ese sentido señaló que una sociedad fragmentada genera inseguridad, y que grupos de la sociedad que se sientan tan excluidos busquen mecanismos no adecuados para conseguir recursos.
Al hacer ese señalamiento Cañete expresó que, cualquier política que se aplique para enfrentar los niveles de violencia debe incluir mecanismos que generen oportunidades para la población y les haga encontrar un camino seguro, lo que a su entender va a tono con las medidas que para tales fines se aplican desde el Gobierno.
Propuesta para reducir desigualdad económica
Cañete expresó que la fórmula para reducir la desigualdad no implica complejidades, ya que se simplifica en cuatro ejes: mejoría del salario, de la cobertura y calidad de los servicios públicos, reforma fiscal, y lucha contra la corrupción para hacer un buen uso de los recursos públicos.
Con relación al mercado de trabajo afirmó que es prioritario el incremento de los salarios, mejorar las condiciones laborales y la formalización del empleo.
Aunque destacó que en los dos años de Gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se han hecho 20 aumentos de salarios mínimos, consideró que aún no son suficientes porque era muy baja la base salarial existente.
Cañete refirió que los aumentos a los salarios mínimos se hicieron posible por los acuerdos tripartitos entre el Estado, el empresariado y los sindicatos.
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En ese sentido consideró que esos ajustes salariales eran muy necesarios “porque con los niveles inflacionarios que hemos tenido la capacidad de compra de los salarios se contrae, pero la subida nominal ha conseguido superar la contracción real, es decir, los salarios reales, por primera vez, comienzan a crecer en el país”.
En cuanto a la formalización del trabajo, para garantizar más derechos a los trabajadores, puso como ejemplo la regularización del trabajo doméstico, que se comenzará a implementar en diciembre de este año, y que permitirá que 240,000 trabajadores, en su mayoría mujeres, puedan entrar a cotizar a la seguridad social como un trabajador de cualquier otro sector.
Sobre la mejoría de los servicios públicos Cañete explicó que ese desafío lo tiene identificado el Gobierno, por lo que desde el Ministerio de Economía se apoya a otros ministerios para mejorar la calidad de los servicios.
“Mientras el ingreso de mis padres siga determinando la calidad de mis estudios, el que tenga acceso o no a una carretera por la cual yo pueda llegar a una escuela, las desigualdades no se van a reducir, cuanto mayor oferta de servicios públicos gratuitos y de calidad demos, más se van a romper las desigualdades intergeneracionales”, refirió.
Asimismo dijo que hay que enfrentar la corrupción porque un buen uso de los recursos públicos reduce la desigualdad, y por supuesto una reforma tributaria que haga pagar más a quienes más tienen.