Aplausos, ovaciones y público en pie: el Partido Republicano, que este lunes confirmó la candidatura del exmandatario Donald Trump (EE.UU.) a la Casa Blanca, recibió con todos los honores en su convención nacional al magnate, que se presentó serio y con la oreja vendada en Milwaukee.
En su camino hacia la tribuna donde estaba su familia y su posible vicepresidente, J.D. Vance, Trump caminó con el puño en alto, el mismo gesto que hizo justo después de haber sido disparado el sábado, en cuanto pasó el momento de peligro.
Apoyado por sus hijos Tiffany, Eric y Donald Trump Jr., por la mujer y la prometida de estos dos últimos, Lara Trump y Kimberly Guilfoyle, el expresidente (2017-2021) recibió emocionado el cariño del público.
Los delegados y el resto de presentes intercalaron las ovaciones con el grito de «Fight» (Pelea), el mismo que efectuó él también al ser evacuado el sábado por los servicios de seguridad, dejando para la posteridad una imagen histórica.
Trump fue víctima de un atentado durante un mitin en Butler (Pensilvania): un hombre que acabó siendo neutralizado por las fuerzas del orden disparó desde fuera del recinto y le hirió en la oreja, además de matar a una persona y herir a dos.
La formación conservadora le había manifestado horas antes su apoyo con los votos de los delegados necesarios para seguir adelante con su campaña. En total, 2.387, casi el doble de los 1.215 del umbral mínimo.
Trump estaba en la ciudad desde el domingo por la noche. Ese mismo día dijo que no permitiría que lo sucedido le hiciera cambiar su agenda y afirmó que estaba deseando estar entre los suyos en Milwaukee, la ciudad más grande del estado clave de Wisconsin.
El día grande de Trump en la misma será el jueves, pero en esta jornada inaugural, aunque no estaba previsto, acudió en persona al centro de la convención.
En ese mismo foro, celebrado entre un fuerte despliegue de seguridad, estaba a su lado el senador de Ohio J.D. Vance, elegido también hoy como vicepresidente en caso de que los republicanos ganen los comicios del 5 de noviembre.
Con el anuncio de su posible «número dos» Trump acabó con semanas de incertidumbre y dejó atrás a otros que habían sonado como favoritos, como el senador de Florida Marco Rubio, el de Carolina del Sur Tim Scott, el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y el de Virginia, Glenn Youngkin.
Antes de su llegada se había emitido un mensaje grabado antes del atentado y en el que él instó a sus compañeros a proteger el voto en noviembre: «Eso es lo más importante que tenemos que hacer, proteger el voto y mantener los ojos abiertos, porque esa gente», dijo en referencia a los demócratas, «quiere hacer trampa».
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