El turismo actualmente representa el 19% del producto interno bruto (PIB) de República Dominicana. Ello se sostiene de inversión y contribución económica del sector. Solo en la ultima década, las playas dominicanas han atraído US$8,732.3 millones en inversiones extranjeras directas (IED) y US$72,254.5 millones en ingresos, según muestran datos del Banco Central (BC).
Por ello, la vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo (Asonahores), Aguie Lendor, destacó que “de cada RD$100 que entran en ingresos fiscales, RD$10 provienen del turismo”.
Con una eventual reforma fiscal y el impacto que podría tener en el sector si se “tocase” los incentivos de turismo, desde el gremio turístico sugirieron que el Gobierno debería preguntarse qué medidas adicionales son necesarias para incrementar los referidos ingresos: “¿Qué tengo que hacer para que sean RD$20? ¿Qué tengo que hacer para que sean RD$30?”.
Lendor manifestó que si bien es cierto que los gustos y preferencias de los turistas están cambiando, desde qué buscan en un destino, hasta la modalidad de hospedaje, por lo que desmintió la idea de que el modelo de turismo de playa esté agotado.
Explicó que República Dominicana no solo tiene un crecimiento notable en el turismo de playa, sino también en sectores emergentes como el ecoturismo, el turismo cultural, el turismo religioso y el turismo deportivo.
“Competimos con destinos como Costa Rica, Puerto Rico, Jamaica, y Cancún, y todavía tenemos muchísimo potencial de crecimiento”, afirmó.
Además, la directva reflexionó sobre que “la pregunta no es qué le quito [al turismo], sino qué más le doy para que se afiance”, a lo que señaló la necesidad de incentivos adicionales para fomentar el desarrollo del ecoturismo y otros sectores.
“Un sector que aporta tanto a la economía y al empleo merece ser impulsado”, afirmó.
La infraestructura hotelera privada también juega un papel crucial, con inversiones significativas que benefician a la economía en general.
Respecto a las exenciones fiscales, comentó que actualmente se otorgan por 15 años, con una posible modificación en 10 años. Sin embargo, destacó que la demanda de los turistas ha evolucionado significativamente, según elDinero.
“Antes, en los años 80, un hotel podía no ser modificado durante 15 años y los huéspedes estaban satisfechos. Hoy, los turistas exigen instalaciones modernas y servicios avanzados”, explicó.
Mencionó que, actualmente, los turistas esperan encontrar baños renovados, aire acondicionado moderno y la posibilidad de hacer reservas en línea en el mismo hotel.
“Hoy, los plazos de modificación de 10 a 15 años deben revisarse porque las demandas actuales del turista exigen más para que el hotel se mantenga competitivo”, explicó.
Abordando la cuestión de por qué se siguen incentivando sectores que ya generan ingresos sustanciales, como el turismo, Lendor explicó que la competitividad regional es esencial.
Comparó la situación con una fiesta: “Si hay 100 personas más atractivas que tú, tus posibilidades disminuyen. Lo mismo ocurre con los destinos turísticos. El turista tiene múltiples opciones, y nosotros competimos con países como Jamaica, Puerto Rico, Cancún y otros destinos en el Caribe”.