Copenhague, 7 de Marzo (EFE).- El retroceso democrático a nivel global constatado en los últimos años constituye una amenaza a la integridad de los procesos electorales, cuya calidad ha ido decreciendo, alertó este jueves un informe el instituto sueco V-Dem de la Universidad de Gotemburgo.
El estudio señala que el 71 % de la población mundial vive en autocracias frente al 48 % una década atrás, proceso que afecta a más de la mitad de los 60 países que celebran elecciones nacionales en 2024, lo que puede convertir este año en “decisivo” para el futuro de la democracia mundial.
Las autocracias electorales son el modelo predominante a nivel mundial (44 % de la población), mientras el 29 % vive en democracias electorales y liberales.
“La recesión democrática es más destacable en Europa del Este y en el sur y el centro de Asia, mientras América Latina y el Caribe van en contra de la tendencia global y experimentan aumentos en el nivel de democracia”, señala en un comunicado Staffan I. Lindberg, director de este instituto.
En Europa del Este, la democracia ha retrocedido a niveles de 1990, sostiene el V-Dem, que cita como ejemplos a Bielorrusia, Rusia, Hungría, Serbia, Croacia y Rumanía.
El estudio apunta a Hungría como el país con la tendencia “más acusada” de los 42 que experimentan en la actualidad episodios de autocratización, pasando de ser una democracia liberal en 2009 a una autocracia electoral.
El declive en Asia está marcado por el reciente deterioro sufrido en India, mientras que en el resto de países afectados es menos pronunciado, señala el informe.
Brasil y Bolivia revierten la tendencia en América Latina Al contrario que en Europa del Este, en América Latina son los países más poblados los que representan ejemplos más democráticos, mientras que los más autocráticos corresponden a los de menor población, con la excepción de México.
Dos países han revertido de forma clara el proceso autocrático en el que estaban inmersos, según el V-Dem- Brasil, desde la llegada al poder Luiz Inácio Lula da Silva en 2023, y Bolivia, que recuperó su estatus de democracia electoral tras los comicios de 2020.
También República Dominica y Honduras, que ha registrado avances en la calidad de sus elecciones y en libertades civiles, experimentan una evolución democrática positiva.
En el polo contrario se sitúan Guatemala, México, Guyana, Haití, Perú y, en especial, El Salvador y Nicaragua.
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El Salvador ha experimentado el mayor declive democrático en los últimos años y ha perdido casi todos los avances producidos en las dos décadas anteriores, coincidiendo con el régimen de Nayib Bukele. Nicaragua atraviesa el proceso de autocratización autónoma “más largo”, iniciado en 2005 y acentuado con el gobierno de Daniel Ortega, sostiene el estudio. Deterioro en la calidad de las elecciones
El informe revela una “preocupante” tendencia global de deterioro de la calidad electoral, que se refleja en la duplicación del número de países inmersos en procesos de ese tipo en los últimos cuatro años.
Entre los países afectados y que celebran comicios generales este años se encuentra Estados Unidos, cuyo resultado puede ser “crítico» en caso de un nuevo triunfo de Donald Trump.
“Su retórica y acciones, desde calificar de parásitos a sus oponentes a amenazar al Departamento de Justicia y a los periodistas, constituyen precedentes peligrosos.
Un segundo mandato de Trump podría comprometer aún más la democracia”, alerta el informe. El V-Dem señala además que, comparado con la década anterior, casi todos los componentes democráticos están empeorando en la mayoría de países, en especial la libertad de expresión.
En la clasificación de países democráticos -establecida a partir de un índice, con un valor máximo de 1 y que incluye aspectos como libertad de expresión y asociación, calidad electoral y otros elementos-, los países nórdicos mantienen su liderazgo.
Así, Dinamarca ocupa la primera posición con 0,88, ligeramente por delante de Suecia y Estonia. Costa Rica, el primer país latinoamericano, aparece en el puesto noveno.
España se sitúa en el vigésimo tercero, con 0,76, un puesto y un valor similar al de años anteriores.
Surgido en 2014 y vinculado al Instituto Kellogg para Estudios Internacionales, el V-Dem elabora un índice democrático anual y otros informes y bases de datos que son usados por organismos internacionales como el Banco Mundial, la Comisión Europea y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). EFE