Washington. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, rechazó este martes un alto al fuego en Gaza ya que supondría consolidar las acciones de Hamás, según dijo en una audiencia en el Senado en la que fue interrumpido varias veces por ciudadanos que pedían el fin de la guerra.
«Eso simplemente consolidaría lo que Hamás ha podido hacer y le permitiría permanecer donde está y potencialmente repetir lo que hizo el otro día (el 7 de octubre) y eso no es tolerable», afirmó el máximo responsable de las relaciones internacionales de Estados Unidos.
Blinken respondió así a una pregunta de la senadora republicana Susan Collins, quien le preguntó por su opinión sobre la petición de varios manifestantes que irrumpieron la audiencia de hoy al grito de «Alto al fuego ya en Gaza».
«Un alto el fuego sería una victoria estratégica para Hamás. Simplemente les permitiría esperar su momento y prepararse para futuros ataques y no pagar ningún precio por la mayor pérdida de vidas judías en un solo día», afirmó Collins.
«Cuando se trata de un alto el fuego en este momento, tienes toda la razón», afirmó por su parte Blinken, unos minutos después de que varios manifestantes interrumpieran en varias ocasiones su discurso sobre el plan del presidente, Joe Biden, para aprobar una partida presupuestaria urgente de más de 100.000 millones de dólares que incluye ayudas a Israel y a Ucrania.
En la audiencia, abierta al público, hubo asistentes que desde que Blinken tomó la palabra levantaron sus manos, pintadas de rojo, simbolizando la sangre.
Después, en una acción coordinada, comenzaron a interrumpir su discurso con carteles de protesta y al grito de «Alto el fuego ahora, salven a los niños de Gaza. ¿Dónde está tu orgullo, América?».
Las interrupciones se sucedieron varias veces, con un Blinken con rictus serio, y en cada ocasión los manifestantes fueron sacados de la sala por las fuerzas de seguridad.
En su respuesta a Collins, Blinken afirmó que hay que considerar «cosas como las pausas humanitarias» para asegurar «que la ayuda pueda llegar a quienes la necesitan y que las personas puedan estar protegidas y ponerse fuera de peligro».
«Pero no podemos tener una situación en la que haya una reversión al status quo, donde cuando esto termine, Hamás vuelva a ser responsable del gobierno y la llamada seguridad de Gaza, porque eso es simplemente una invitación a repetir lo que pasó (el 7 de octubre) y ninguna nación toleraría eso» declaró.
El pasado 20 de octubre y tras anunciarlo en un mensaje a la nación, Biden pidió al Congreso que apruebe una partida presupuestaria urgente de más de 100.000 millones de dólares que incluye una ayuda de 14.300 millones para Israel y un nuevo paquete para Ucrania por 61.400 millones.
También hay 13.600 millones para distintas partidas para aumentar la seguridad en la frontera con México, y otros 2.000 millones para mejorar la seguridad en el Indopacífico, entre otras.
Blinken y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, comparecen hoy en el Senado para defender esta petición de Biden hecha en un momento en el que el presupuesto aprobado el año pasado por el Congreso para Ucrania está a punto de agotarse.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, rechazó el lunes calificar de «invasión» y «poner etiquetas» al avance de las tropas israelíes dentro de la Franja de Gaza, alegando que los israelíes pueden hablar por sí mismos y que «según todos los indicios, parece que lo que están haciendo es intentar poner mucha más presión sobre los líderes de Hamás».