La dominicana Marileidy Paulino, recientemente campeona del mundo de 400 metros en Budapest, estrenó con victoria su corona en la reunión de Xiamen (China), duodécima y penúltima prueba del circuito de la Liga de Diamante de atletismo antes de la gran final en Eugene.
Cuatro años después de hacerlo por última vez, la Liga de Diamante regresó a China cambiando ciudad, la habitual Shangai por la nueva Xiamen, una pequeña isla continental frente a Taiwan con poco más de cinco millones de habitantes.
Una de las grandes protagonistas de la competición fue Marileidy Paulino, que volvió a competir tras proclamarse campeona del mundo y volvió a celebrar un triunfo en los 400 metros tras dominar la carrera con autoridad.
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Paró el crono en 49.36 por delante de la jamaicana Candice McLeod (50.19), segunda, y la estadounidense Lynna Irby-Jackson (50.45), tercera.
Los 100 metros lisos también despertaron una gran expectación al reunir en la línea de salida al estadounidense Fred Kerley, campeón del mundo al aire libre en Eugene 2022, con el italiano Marcell Jacobs, campeón europeo en Múnich el pasado año. Ambos llevaron su pique mediático a través de las redes sociales y las conferencias de prensa a la pista, aunque ninguno de los dos se llevó el triunfo.
El ganador fue el estadounidense Chris Coleman, plusmarquista mundial de 60 metros, que paró el crono en 9.83 igualando la mejor marca internacional del año, y superando en apenas dos centésimas al jamaicano Kishane Thompson. Kerley fue tercero con 9.96 y Jacobs séptimo con 10.05.
Los 110 metros vallas también tuvieron mucho nivel ya que reunieron al campeón del mundo, el estadounidense Grant Holloway, que puso a prueba su recién estrenado título ante sus acompañantes en el podio de Budapest, el jamaicano Hansle Parchment, plata, y el estadounidense Daniel Roberts, bronce La victoria en esta ocasión fue para Parchment, que registró en meta 12.96 -mejor marca de la temporada-, por delante de Daniel Roberts (13.03) y Holloway (13.12), tercero.
La saltadora de longitud serbia Ivana Vuleta, campeona del mundo en Budapest, ganó con autoridad el concurso con una marca de 6,88 metros, nueve centímetros más que la segunda clasificada, la atleta de Burkina Faso Marthe Koala.
Los 1.500 metros femeninos, sin la plusmarquista mundial, la keniana Faith Kipyegon, se los llevó la etíope Freweyni Hailu (3-56.56) con un final al sprint sobre la keniana Nelly Chepchirchir (3-56.72). La medallista de bronce mundial en los 400 vallas, la jamaicana Rushell Clayton, ganó la carrera (53.56) por delante de sus dos compatriotas, Andrenette Knight y Janieve Russell.
El que no pudo celebrar un triunfo tras subirse a lo más alto del podio mundial de triple salto en Budapest fue el burkinés Hugues Fabrice Zango, que se quedó 17.22 y fue sorprendido por el mexicano Andy Hernández, que en su último intento alcanzó los 17.43.
Una de las deportistas más aclamadas de la reunión fue la anfitriona Bin Feng, bronce en disco en el Mundial, que ganó su prueba con un mejor lanzamiento de 67.41 metros, diez centímetros superior a la estadounidense Laulauga Tausaga, que ganó el oro en Budapest.
La keniana Beatrice Chebet, medallista de bronce en los 5.000 del Mundial, ganó la carrera de 3.000 con una diferencia de cuatro segundos sobre la mexicana Laura Galván, mientras que los 400 masculinos se resolvieron con ‘foto final’ favorable por milésimas al atleta de Granada James Kirani, que registró 44.38, mismo tiempo que el estadounidense Quincy Hall.
En los 800 metros masculinos la victoria, al sprint, fue para el keniano Emmanuel Wanyonyi, que llegó a meta en un tiempo de 1-43.20, solo cuatro centésimas menos que Marco Arop, que quedó segundo. El medallista de bronce en Budapest, el británico Ben Pattison, sufrió mucho en la última recta y, acusando el cansancio de las últimas competiciones, concluyó noveno.
El español Saúl Ordóñez cumplió su objetivo de sumar los puntos necesarios para asegurar su plaza en la final de Eugene y, con un tiempo de 1-44.54, mejor marca del año y mínima olímpica, concluyó una carrera táctica y muy rápida en la que hasta la última recta estuvo en el grupo perseguidor de los ganadores.
El marroquí Soufiane El Bakkali, vigente campeón olímpico y del mundo de 3.000 metros obstáculos, logró la victoria y refrendó su favoritismo para el título en la final de Eugene, en la que estará el español Daniel Arce, que, con su sexto puesto, sumó los puntos necesarios para estar entre los finalistas.