David Llibre, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), consideró que la Ley 158-01 de Fomento al Desarrollo Turístico como una herramienta necesaria para consolidar el crecimiento del sector turismo en el tiempo.
Explicó que la vida útil de los hoteles es «cada vez más corta» debido a que los turistas exigen nuevas experiencias.
«Esto requiere inversiones constantes para mantener actualizadas y renovadas las amenidades de la infraestructura, por lo que cesar la ley de incentivos en un futuro contexto de reforma fiscal «sería detener el crecimiento del sector hotelero», dijo.
Informó que «decir que el sector ya llegó a dónde tenía que llegar, digamos, en su nivel de madurez, sería no tener una visión a largo plazo de lo que pudiéramos todavía esperar para el sector turístico. Soy de los que piensa que, si podemos celebrar los 10 millones de turistas, ¿por qué no podemos celebrar los 15 millones y, así, mucho más?
Llibre dijo que un inversionista que tiene la capacidad de invertir 200 millones de dólares para un hotel también tiene la capacidad de elegir en qué destino lo quiere establecer. «Tener ese atributo en la República Dominicana, definitivamente, atrae capital extranjero».
De acuerdo con el ejecutivo, la diversificación de la oferta hotelera con el desarrollo de otros destinos como Cabo Rojo, en Pedernales y Miches, en El Seibo, expandirán en más de 6,000 habitaciones la capacidad hotelera entre 2024 y 2025, según Diario Libre.
Sin embargo, reconoció que dicho crecimiento requerirá de un capital humano cada vez más especializado, especialmente en las áreas de cocina y limpieza, que son las de mayor volumen. Explicó que se está trabajando con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) para la capacitación de personal.
El ejecutivo explicó que los hoteles pagan un 18 % sobre las tarifas de las habitaciones y la estadía que hacen los turistas, misma tasa que también pagan cuando se compran insumos para las propiedades hoteleras.
«Hay una falsa creencia de que el sector no paga impuestos, pero sí paga impuestos a través de estos medios», enfatizó.
En ese sentido, precisó que existe un acuerdo entre la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y Asonahores, en el que se deduce la tasa de las habitaciones hoteleras con base en los precios en los que son ofertados a través de los touroperadores en el exterior.
Insistió en la necesidad de que las plataformas digitales para reservar alojamientos de renta corta (como Airbnb) se regularicen, tanto a nivel administrativo como impositivo. «Es algo básico: es un negocio y debe tributar como cualquier otro», señaló.
A nivel administrativo, dijo que las habitaciones de renta corta superan los 100,000 a nivel nacional, por lo cual se hace necesario contar con un registro de cuáles son las propiedades que se están promoviendo turísticamente, y si cumplen con ciertas características al igual que un hotel, como:
*Seguro de propiedad
*Seguro contra terceros
*Permisologías necesarias
*Registro de personas que pasen por ese establecimiento, en el que se requiera la cédula y pasaporte