“Desde ayer no sé nada de ella, ni una respuesta ¡Nada! ¿Tú sabes cuándo una madre está desesperada? Así estoy yo”.
Así se expresa, con profunda desesperación y angustia, Natalie Nova, quien desconoce el paradero de su hija Mariela Nova de 22 años, desde la tarde de ayer, cuando salió a trabajar, justamente, en el edificio siniestrado.
Como Natalie, decenas de personas no han podido conciliar el sueño desde la tarde del lunes, después de perder contacto con sus seres queridos, quienes se teme, estén entre las víctimas.
Sin esperanzas de hallar sobrevivientes, bomberos y personal de socorro aún tratan de mitigar el incendio provocado por una explosión la tarde de este en el casco urbano de San Cristóbal, que ha dejado un saldo preliminar de 10 muertos y 11 desaparecidos.
La escena es de terror, escombros por doquier, en un radio que se extiende por varios metros en la periferia de la explosión registrada en una plaza, donde operaba un centro textil y una panadería.
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Lejos de la provincia sureña retornar a la normalidad, la angustia y desesperación aumentan en familiares de desaparecidos, algunos de ellos, vistos por última vez en el interior de la edificación colapsada.
Una de ellas es Paule Brea de 7 años, quien se encontraba en la empresa textil Toledo, junto a sus padres Luz Esther Mateo Germán y Ángel Luis Uribe y de quienes no se sabe nada hasta el momento.
Andrea Mateo, tía de la menor y quien permanece desde tempranas horas de la mañana en el hospital regional Juan Pablo Pina, confirma que su hermana Luz Esther, estaba en el lugar al momento de la explosión comprando telas y un colchón junto a su esposo e hija.
Desde ese momento, se han trasladado hacia varios centros de salud tanto de San Cristóbal como de la capital, sin tener respuestas satisfactorias hasta el momento.
Narra que al entrar a la morgue del hospital, para tratar de identificar los cuerpos, no pudieron hacerlo, debido a que tres las víctimas estaban completamente calcinadas y los otros no correspondían a sus familiares.
La misma suerte corrían decenas de personas, quienes pedían desesperadamente, poder comprobar si sus parientes estaban dentro de los fallecidos o heridos del hospital.
La zona del desastre
A dos esquinas al sur del hospital, la situación no es menos dramática, bomberos de San Cristóbal y de otras provincias, trabajan primero en el control del incendio, para poder ingresar a la edificación, que actualmente representa un peligro, debido a que sus paredes, están al borde del colapso.
Ahí operaba la empresa Toledo, una compañía dedicada a los textiles y fabricación de colchones, instalaciones que actualmente están destrozadas.
La zona fue acordonada, debido a la gran cantidad de personas que llegan para preguntar por algún pariente, o simplemente por constatar la gravedad de la tragedia, lo que vuelve insistente el llamado de las autoridades de abandonar zonas vulnerables.
Personal médico del Ministerio de Salud trabaja en la nave que se desplomó por completo al frente de la edificación, en busca de indicios de algún cuerpo, para poder iniciar con la remoción de los escombros.
El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez García, indicó la mañana de este martes que era necesario esperar a que la zona estuviera completamente controlada, para utilizar las unidades caninas, que ya están siendo utilizadas en algunas zonas.
El impacto fue tan brutal, que los escombros volaron por varios metros, afectando propiedades y viviendas hasta dos esquinas de distancia del centro de la explosión.
Hospital Juan Pablo Pina en San Cristóbal colapsado
El caos se apoderó del hospital regional al momento de la explosión, donde los pacientes que eran atendidos en el momento tuvieron que ser sacados de la sala de emergencias, para poder atender a los heridos.
“Cuando pasó todo eso me tuvieron que sacar a mí y a todo el personal. Nos sacaron para donde podamos ir, a mí me dijeron que me fuera para el Seguro, a otros a San Cristóbal, nos dividieron, pero nos llevaban, a algunos, otros nos íbamos en vehículos propios”, narra Rosy Elaine Capellán, quien se encontraba en la emergencia del hospital al momento del evento.
En total suman 45 los heridos, algunos referidos a centros especializados como el Ney Arias Lora, en donde son atendidos en la unidad de quemados del hospital.