¿Quién no lo conocía?
¿A quien no le llamaba la atención su agitado metal de voz y su amplia sonrisa?
Se dio a conocer como una persona entusiasta, colaborador, incansable, clubista, dirigente deportivo y fogoso hombre de negocios.
Era asiduo a diversas “peñas” en las que compartimos durante muchos años.
Siempre tenía pareceres opuestos al de la mayoría con el sólo propósito de pasar algunas horas “en polémicas conversaciones, risas, música y tragos”.
Recuerdo que me decía, “si muero primero que tú, escríbeme uno de
esos Toques que tú sabes hacer, para el que no me conoció, sepa
quién era yo”.
Hombre de ideas novedosas que llamaban la atención, como aquella de tratar de vender vehículos, casas, electrodomésticos y otros artículos por televisión, con su producción Tele Oferta, programa que se
difundió en diversos canales.
También en su amplio solar, llamado Tele Oferta, ubicado en la intercepción Norte de las avenidas Máximo Gómez y 27 de Febrero, frente al lado Este, del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
La introducción es para identificar a Johnny Marte.
El carismático Johnny, murió el sábado pasado en un centro asistencial del Distrito Nacional, donde acudió a someterse a un proceso de cateterismo.
Los médicos que lo atendían fueron sorprendidos por un edema, el que provocó segundos después un Infarto.
Murió dormido, un hombre alegre y de buena fe, con quien me traté
muy de cerca y me ayudó a conocer los barrios más paupérrimos de la Capital, donde pasé algunos años orientando y rescatando jóvenes para el boxeo y las escuelas.
Johnny fue presidente de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) y presidente del Club Deportivo y Recreativo Los Prados, del sector del mismo nombre.
Desde allí impulsó el Baloncesto Superior del Distrito Nacional, el voleibol y fue un pujante propulsor del softbol de esa entidad, preocupándose siempre por mantener en excelentes
condiciones su estadio para jugar softbol.
Fortaleció las pequeñas ligas de béisbol de esa entidad, integrada por
hijos de los socios y extendía sus ayudas a barrios periféricos con
utilerías y prestando las instalaciones de Los Prados.
Fue incansable en su tarea de adecuar la casa club Los Prados y colocarla al nivel de las mejores de la capital. Incansable trabajador.
Con el deceso de Johnny Marte, el deporte de la Capital y la sociedad capitalina, han perdido un gran aliado. Nos deja un vacío muy difícil de llenar.
En ocasiones competíamos bailando merengue, reto que dejo abierto para cuando volvamos a encontrarnos.
¡Un hasta luego al fraterno Johnny Marte!.
Por: Héctor García
[email protected]