Denver (EE.UU.).- Buscavidas y personajes de todo tipo de ‘la fiebre del oro’ acudieron en el siglo XIX a las elevadas y muy duras tierras de Colorado a la caza de riquezas increíbles y el sueño de una vida mejor.
Un recuerdo de aquella época es la ciudad de Denver, fundada en 1858 y que este lunes encontró ‘El Dorado’ en la NBA con el primer anillo de los Nuggets en su historia.
Después de casi medio siglo en la liga y con muy pocas alegrías en su historial una vez que dejaron atrás la ABA, los Nuggets, de la mano de un genio incomparable como Nikola Jokic, conquistaron por fin el título al vencer por 4-1 a los Miami Heat en las finales (94-89 en el quinto partido).
Primeros en la Conferencia Oeste en la temporada regular, los Nuggets pusieron su ‘dorado’ granito de arena en una ciudad en la que el baloncesto vivía en segundo plano ante los triunfos de los Denver Broncos en la NFL, con tres Super Bowl; y los Colorado Avalanche de la NHL, con tres Stanley Cup (la última de ellas el año pasado).
La ‘ciudad de una milla de alto’ (1.608 metros, concretamente), en cuyo condado viven unas 710.000 personas, recordará desde hoy y para siempre al ya legendario equipo liderado por Jokic y Jamal Murray en la cancha y encabezado por un Mike Malone desde el banquillo que ha construido un bloque compacto, tremendamente sólido en todas las facetas del juego y con un ataque demoledor.
Para alcanzar este primer anillo, los Nuggets tenían que derribar muchas barreras contra las que habían tropezado en el pasado.
Por ejemplo, Denver jamás había jugado unas Finales en toda su historia ya que en cuatro ocasiones había llegado a la final del Oeste y en todas ellas había acabado en la lona.
Lejos de las franquicias más lujosas del Oeste como Los Angeles Lakers o los Golden State Warriors, los Nuggets se presentaron este año en los playoff dispuestos a cambiar el guion y, finalmente, fueron de largo el equipo más consistente y fiable en unas eliminatorias con incontables sorpresas.
En primera ronda se deshicieron de los Minnesota Timberwolves (4-1), en las semifinales de conferencia frenaron a los temibles Phoenix Suns de Kevin Durant y Devin Booker (4-2) y en la final de conferencia, sin importarles los fantasmas del pasado, barrieron a los Lakers con un descomunal 4-0.
PACIENCIA HASTA LA GLORIA
El éxito de estos Nuggets, que en las Finales vencieron en sus dos partidos a domicilio en Miami, se basa en un proyecto cocinado a fuego lento, con mucha paciencia y con tranquilidad desde los despachos y la pista.
Así, Malone ha sido entrenador de Denver desde hace ocho años y Jokic y Murray, los pilares del conjunto, han compartido aventuras en la cancha desde hace siete temporadas.
Los Nuggets llevan cinco cursos seguidos jugando las eliminatorias pero tampoco perdieron los nervios con importantes reveses como la final del Oeste que perdieron en la ‘burbuja’ en 2020 o el año que Murray se perdió por completo en 2021-2022 debido a una grave lesión de rodilla.
Sin embargo, no solo no traspasaron a Murray sino que fueron construyendo con mimo una plantilla sin grietas gracias al músculo de Aaron Gordon en el interior, el tiro exterior de Michael Porter Jr., el esfuerzo y la veteranía de Kentavious Caldwell-Pope, la chispa y la energía de Bruce Brown… Con todo ello y sin menospreciar a sus compañeros, resulta muy difícil no atribuir a Jokic una parte crucial del éxito de los Nuggets.
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Doble MVP (2021 y 2022) y ahora MVP de las Finales, el genio serbio se hizo un hueco entre las grandes leyendas de la NBA de todos los tiempos al rozar en los playoff un triple-doble de promedio con 30 puntos, 13,5 rebotes y 9.5 asistencias por encuentro (incluyendo un fantástico 54,8 % en tiros de campo y 46,1 % en triples).
Por el camino de esas estadísticas mayúsculas, Jokic tuvo tiempo para batir con 10 el récord de triple-dobles en unos playoff y de convertirse en el primer jugador en la historia de la NBA que fue al mismo tiempo líder de puntos, rebotes y asistencias en unas eliminatorias.
Todo en Denver suena ahora histórico y nunca antes realizado, como mineros en las profundidades que de repente dan con piedras preciosas exquisitas.
En ese gigantesco éxito aparece también Stan Kroenke, el propietario de estos Nuggets y con este anillo de la NBA cerró un increíble triplete ya que también es dueño de Los Angeles Rams que ganaron la Super Bowl en 2022 y de los Colorado Avalanche que triunfaron en la Stanley Cup el año pasado.