Aunque el país ha avanzado bastante en materia de infraestructura, en comparación con el siglo pasado, cada primero de junio, fecha en la que inicia la temporada ciclónica, la República Dominicana se prepara y activa sus organismos de socorro para evitar que potenciales huracanes causen muertes y daños considerables, como ha ocurrido anteriormente.
San Zenón, David y George, han sido los fenómenos atmosféricos más mortíferos en la historia del país, dejando al menos 3,683 muertos (según subregistros), así como miles de damnificados y viviendas colapsadas.
Los tres huracanes, que causaron pérdidas millonarias para el país, se registraron entre 1930 y 1998, devastando todo a su paso.
San Zenón
El primer gran ciclón registrado en el país, que causó daños y muertes significativas, fue San Zenón, golpeando al país el 29 de agosto del 1930, como categoría cuatro, con vientos entre 240 y 320 kilómetros por hora, arrasando con todo a su paso, especialmente en una ciudad de Santo Domingo, poco preparada en la época, para un fenómeno tan violento.
Registros oficiales contabilizan las muertes de este huracán en 2,000, mientras que algunos investigadores cifran las víctimas mortales en hasta 8,000, en todo el territorio nacional y dejando una pérdida de unos 50 millones de pesos, para la época, una suma bastante elevada.
David
Con vientos de 270 kilómetros por hora, David tocó suelo dominicano la tarde del 31 de agosto de 1979, como categoría cinco, específicamente por Punta Palenque, San Cristóbal, causando muerte y devastación a su paso, e incomunicando prácticamente todo el país.
Los violentos vientos provocaron en total 2,068 muertes en su paso por el Caribe, al menos 1,000 de estos decesos en la República Dominicana, aunque reportes indican que el número puede ser incluso mayor, además de 150,000 damnificados.
David arrasó además con el 70% de la siembre total del país, con daños totales, estimados en 1 billón de dólares.
George
Pero el último gran huracán en causar centenares de muertes, se produjo el 22 de septiembre de 1998, cuando los vientos de hasta 190 kilómetros por hora de George, alcanzaron las costas orientales del país.
En total, 602 dominicanos murieron a casusa de este brutal fenómeno atmosférico, que lo convirtió en el 19no huracán más mortífero en la Cuenca Atlántica del siglo pasado.
185,000 personas quedaron damnificadas y acabó con 190,000 hectáreas de cultivos, provocando pérdidas totales de los 8,000 millones de dólares en los países afectados, mayormente en la República Dominicana.
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Recientes
Aunque sin el mismo impacto negativo para el país en materia de mortalidad, otros huracanes han impactado la isla en los últimos 19 años, como es el caso de Jeanne en 2004 o Fiona en 2022.
Con vientos de hasta 120 kilómetros por hora, Fiona alcanzó las costas de la provincia La Altagracia el 19 de septiembre pasado, impactando además a La Romana, El Seibo, Samaná, Hato Mayor, María Trinidad Sánchez, Duarte y Monte Plata.
Este último ciclón que golpeó al país dejó tres personas fallecidas y alrededor de 2,614 viviendas afectadas, con 12 comunidades incomunicadas.
Se registraron además graves daños en la infraestructura de viviendas en diferentes comunidades de la Zona Este, donde
13,070 personas fueron desplazadas a zonas seguras, y 1,551 personas duraron varios días dispersos en 49 albergues habilitados por las autoridades.
Asimismo, más de 350 mil personas sufrieron cortes prolongados de electricidad, y más de 1 millón de personas se vieron afectadas por daños en los sistemas de abastecimiento de agua, así como 23 carreteras y 16 puentes afectados.
Fiona causó además, la paralización temporal de las operaciones en los aeropuertos de Punta Cana y Las Américas, así como en la terminal aérea de Samaná y La Romana.
Esta temporada ciclónica, la ONAMET prevé una menor incidencia de estos fenómenos sobre el territorio nacional, aunque llama a estar alerta y no bajar la guardia, durante toda la temporada ciclónica.