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Los centros de datos son los principales impulsores de la economía digital en América Latina, pero también un sector que consume grandes cantidades de energía.
Si bien las densidades de potencia de los racks de servidores se habían mantenido estables entre 3 y 5 kilovatios en todo el mundo; en años recientes los centros de datos se están enfrentando a un rápido crecimiento de la densidad de energía por rack, a medida que las organizaciones avanzan hacia su transformación digital e implementan nuevas tecnologías como Cloud Computing, IoT, IA o Edge.
De acuerdo con datos de IDC, 50 % de las pymes en América Latina ya son digitales, y de las 3,000 empresas más grandes de la región, 40 % van a generar más ingresos a partir de las experiencias digitales, lo que demanda un mayor consumo de datos.
Sin embargo, la antigua infraestructura de TI carece de la capacidad y escalabilidad para soportar las actuales y futuras demandas tecnológicas del negocio, y las organizaciones tienen que enfrentar el desafío de modernizar la infraestructura de sus centros de datos, con el fin de alcanzar sus objetivos de transformación digital.
Es por esto que los nuevos data centers se están diseñando para dar soporte a racks de alta densidad de potencia. De hecho, el creciente uso de mayor infraestructura de TI ha aumentado la densidad de potencia del rack a un promedio de 4 a 6 kilovatios en América Latina.
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