Unas 12.000 personas fueron evacuadas del barrio de Friedrichshain, en Berlín, tras el hallazgo de una bomba de la Segunda Guerra Mundial, lo que obligó el establecimiento de una zona de exclusión de unos 500 metros.
Las autoridades se movilizaron hasta la zona para desactivarla y evitar riesgos y ordenaron a la población a que abandone el lugar.
“Podría haber hasta 12.000 personas en la zona de exclusión y llevará tiempo”, explicó una portavoz de la policía. Los afectados tienen la posibilidad trasladarse hasta el Mercedes-Benz Arena, habilitado como refugio provisional.
Tras su desactivación, la bomba debe llevarse al sitio de detonación de Grunewald, según la policía local.
No es la primera vez que este tipo de hallazgos ocurren en Alemania. El año pasado, la explosión de una bomba de la Segunda Guerra Mundial desenterrada durante unas obras en Múnich, dejó tres heridos.
La explosión se produjo en unas obras en las vías del ferrocarril y fue escuchada a varios kilómetros de distancia.
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El ministro del Interior, Joachim Hermann, declaró en su momento que la causa de la detonación fue una bomba de la Segunda Guerra Mundial de 250 kilos que se hallaba enterrada y fue alcanzada en el curso de unas prospecciones.
El tráfico ferroviario quedó interrumpido a consecuencia de la explosión y las fuerzas de seguridad acordonaron la zona.
En el año 2020 la policía alemana desactivó siete bombas de la Segunda Guerra Mundial encontradas en el terreno donde se ubica la planta del fabricante de coches eléctricos Tesla, en las afueras de Berlín. Las bombas eran de tamaño más bien pequeño y fueron lanzadas por la aviación estadounidense.
Durante las navidades del año 2016, los especialistas en detonación controlada de Augsburgo tuvieron que salir de emergencia para desactivar una bomba dormida de casi dos toneladas de peso. Después de 12 horas de arduo trabajo, lo lograron, y los cerca de 54.000 evacuados pudieron regresar a sus casas.
En Inglaterra, una madre y una hija sobrevivieron a la explosión de una granada de la Segunda Guerra Mundial en su propia casa en la ciudad de Dent. La familia pensó que había hallado un fósil.
Ya sean minas, bombas o granadas también en el Mar del Norte, el Mar Báltico y otras aguas continentales, sigue habiendo artefactos explosivos dormidos de la Segunda Guerra Mundial. Al finalizar el conflicto, los alemanes hundieron grandes cantidades de municiones para que no cayeran en manos de los aliados. Otros artefactos fueron desechados en el mar por orden de las potencias vencedoras.
Los operativos para desactivar las llamadas “bombas dormidas” lanzadas por los aliados en la Segunda Guerra Mundial son relativamente frecuentes en Alemania y en ocasiones han conllevado evacuaciones masivas de residentes.
El mayor operativo hasta ahora fue el realizado en 2016 en la ciudad de Augsburgo, cuando 54.000 vecinos se vieron obligadas temporalmente abandonar sus casas para desactivar una bomba británica.
(Con información de Europa Press)